CAPÍTULO 6

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Era una mañana soleada en el campo de entrenamiento,con el cielo despejado y el cielo brillando hacia un calor insoportable.Estaba sentada en las gradas,observando a los futbolistas mientras hacían sus ejercicios y estiramientos. Llevaba un top de tirantes lila que dejaba al descubierto varios tatuajes y una libreta abierta entre las piernas donde tomaba notas y observaba a cada jugador con detenimiento.  Héctor y Cubarsí estiraban cerca y fue Pau quien me preguntó por mis tatuajes.

— Oye,Carla — dijo Cubarsí,levantando una ceja — ¿Cuántos tatuajes tienes? — Héctor miró hacia mí,también curioso.Sonreí y mire a Cubarsí
— Tengo siete en total — dije — pero algunos no són visibles con este top
— ¿Cuál es tu favorito? — preguntó Héctor,mientras continuaba con el estiramiento de piernas,Pensé por un momento y luego señalé el tatuaje en la parte superior del codo izquierdo, una fecha con mucha importancia
— Este es mi favorito — dije — Es la fecha de nacimiento de mi sobrina mayor Leah.Tiene solo un año pero es una de las personas mas importantes de mi vida — Héctor asintió impresionado por la historia,Pau miró otro tatuaje en el mismo brazo,una ola de mar en el filo.
—¿Y ese? —preguntó, señalando la ola.
— Es por la natación — dije frotándome el tatuaje de forma inconsciente — Practico natación desde que tengo un año y siempre me ha ayudado en momentos difíciles hasta en 2017 que la tuve que dejar.
— ¿Por qué la tuviste que dejar?
— Rotura completa de ligamento cruzado anterior por un giro antinatural de la rodilla — respondí a la pregunta de Cubarsí
— Con 11 años? — preguntó Héctor cambiando de ejercicio de estiramiento
— Efectivamente — respondí apuntando varias cosas de otro grupo de jugadores
—¿Y este? — preguntó Fort mientras se acercaba para ver otro tatuaje,una cesta con cuatro flores en la parte posterior del codo derecho
— Es por mis abuelos,las cuatro flores son por cada uno de ellos.cada uno dibujó una flor y yo dibuje la cesta lo junte todo y me lo tatue.Mis abuelos siempre han sido una gran influencia en mi vida y este tatuaje es mi forma de honrarlos
— ¿Qué hay de esa foto? —preguntó señalando un tatuaje que apenas se veía en la parte interna de mi bíceps derecho,una fotografía de mis amigas cuando ganamos la copa Provincia. Sonreí al recordar lo bonito que fue ese momento
— Es una fto de mis amigas y yo cuando ganamos la copa provincial hace ya varios años antes de que me retirara de la natación,fue un momento increíble cuando nos dimos cuenta de que lo habíamos conseguido las 5 juntas — Héctor me miró con curiosidad y me preguntó por los tatuajes que no se veían
—¿Cuáles son los otros dos? —preguntó, intrigado.
Me toque el cuello con suavidad,moviendo un poco el pelo,para señalar algo justo debajo de mi pelo
— Tengo un número 21 en el cuello — dije — Es mi número favorito y de la suerte.Siempre me ha traído cosas buenas,así que me lo tatué — Luego me señalé la costilla derecha donde tenía mi tatuaje más personal — Y dos mariposas en las costillas. Representa la superación de momentos difíciles en mi vida. Las mariposas son un símbolo de cambio, transformación y superación para mi.
Héctor y Pau escucharon con atención,sonreí y agradeció la empatía que me estaban transmitiendo pero la curiosidad enseguida se apoderó de mí ,por lo que yo me había fijado parecía el reloj del big ben con las sombras de un matrimonio y un niño pequeño.Cada sombra tenía una fecha escrita por debajo.

—¿Y tú? — pregunté,señalando el tatuaje de Héctor — ¿Qué significa ese reloj con sombras? — Héctor sonrió y miró su antebrazo,pasando los dedos sobre el tatuaje
— Es cuando mis padres y yo fuimos a la plaza de la iglesia de Santa María del Pi,aquí en Barcelona,en ese momento fue cuando me dijeron que si quería ir a la Masía a jugar ,ese momento es especial para mí  — observé más detenidamente el tatuaje que le ocupaba todo el antebrazo a Héctor parecían estar muy unidos.
—¿Quiénes son las personas de las sombras y que significan las fechas? — pregunté cerrando la libreta
— Mis padres y yo — respondió Héctor tocando la sombra más pequeña — Y las fechas son las fechas de nacimiento de mis padres y la mía — Sonreí.Sintiendo la calidez y el amor con el que Héctor hablaba de su familia
— Es precioso,¿Tus padres también lo tienen? — Fort asintió con orgullo
—Sí, los tres nos hicimos el mismo tatuaje para acordarnos de la importancia de ese momento y la conexión entre nosotros. Para mis padres, fue un momento significativo, y para mí también, fue una forma de decir me  que siempre estarán conmigo, sin importar dónde vaya o lo que haga. —Asentí impresionada y conmovida a partes iguales un tatuaje no era ninguna broma era algo permanente y hector y sus padres habían decidido llevarse con ellos.
— Es flipante que lo compartas con ellos,no es común ver a padres que se tatúan con sus hijos — Héctor se rió y se encogió de hombros.
—Sí, fue un poco improvisado, pero es algo que nos une. Cuando miro el tatuaje, me acuerdo de ese viaje, de lo mucho que disfrutamos juntos y de lo importante que es la familia para mí.—  Pau,Héctor y yo seguimos hablando mientras ellos dos seguían haciendo estiramientos
— ¿Y cómo es tu familia? — preguntó Pau con curiosidad — Parece que no te llevas mucho con ellos — suspiré mientras mi cerebro recordaba todos aquellos momentos y palabras
— Mi familia es peculiar.Hace un año y pico cuando acababa de cumplir 16 no querían que mi bachiller se guiará para poder estudiar psicología deportiva.Decían que no daba un buen ejemplo para la hija de alguien como mi padre — Héctor levantó una ceja,intrigado por la mención espontánea de mi padre en la conversación
— ¿Quién es tu padre? — preguntó intentando no sonar demasiado entrometido
— Noé Sanchez,es un auditor y dueño de varios departamentos de la caixa.Mi padre es muy…. es muy mi padre — Pau me miró con sorpresa,asimilando la información que acababa de compartir
— ¿Y tú porque eres Carla Gallego y no Carla Sánchez? — preguntó notando la diferencia en los apellidos,sonreí un poco sabiendo que la pregunta era muy común
— Llevo el apellido de mi madre,aunque ella y yo no nos llevemos bien,siempre he sentido que su familia me quería de verdad,la familia de mi madre no es para nada como mi padre ni mi madre — Héctor asintió,notando el contraste entre los dos lados de mi familia
— Entonces ¿quiénes componen tu familia para ti? – preguntó Pau cambiando de estiramiento
—  Mi familia es pequeña.Está mi padre mi madre y mi hermana pequeña que son los tres con los que menos me habló,luego están mis abuelos que ellos han hecho todo lo que tendrían que hacer mis padres — Pau me miró con una mezcla de comprensión y de empatía en su mirada
— Tuvo que ser difícil enfrentarse a ellos,y más si tu padre tiene tanto poder y expectativas en ti — asentí recordando las pelas y todo los problemas que eso causo en mi
— Fue bastante complicado,pero al final decidí que no les iba a hacer ni caso fue duro y todo un proceso pero estoy contenta con mi decisión la verdad

Nuestra conversación continuó con un tono más ligero y coloquial, algo de lo que hablarían tres chicos en plena adolescencia  (O como diría Arianne en la edad del pavo ) antes de que terminaran el entrenamiento y cada uno se  fuera a hacer lo que fuera que tenía que hacer. Después de nuestra conversación sobre tatuajes y familia, el entrenamiento continuó su curso habitual. Los jugadores se concentraron en sus ejercicios, y yo me sumergí en mis notas, tratando de mantener la profesionalidad que había comprometido. Sin embargo, la calidez en ese diálogo aún seguía en mi. Observé cómo Pau, Héctor y el resto del equipo se esforzaban en cada movimiento, en cada paso hacia la excelencia deportiva. A medida que el entrenamiento llegaba a su fin, los jugadores se dispersaron hacia las duchas y otras responsabilidades del día.  Me quedé un momento más en las gradas, recogiendo mis cosas y reflexionando sobre lo ocurrido.

—¿Cómo es que terminé compartiendo tanto con ellos? —me pregunté, recordando las historias sobre mis tatuajes y mi familia.

Me levanté de las gradas con una sensación de ligereza, a pesar del peso de mi confesión. Quizás no era tan malo abrirse un poco, siempre y cuando mantuviera los límites adecuados. Después de todo, la confianza y la empatía eran fundamentales en mi trabajo, y esa conversación había fortalecido eso. Con una sonrisa, dejé el campo de entrenamiento y me dirigí hacia mi siguiente tarea del día, lista para enfrentar lo que viniera con un nuevo sentido de conexión y comprensión. Mientras me alejaba del campo de entrenamiento, el sonido de risas y charlas detrás de mí se desvanecía. No pude evitar sonreír al recordar la conversación con Pau y Héctor. Había sido una mañana agradable, un respiro en medio de la intensidad habitual del entrenamiento y la presión de mantener al equipo en forma. Sin embargo, mientras caminaba hacia mi despacho, el eco de mis palabras seguía resonando en mi mente.

He hablado demasiado como siempre

pensé El hecho de que Pau y Héctor me hicieran sentir tan cómoda, al punto de hablar sobre mi familia y mis tatuajes, era agradable, pero también me preocupaba que mi apertura pudiera ser malinterpretada. Entré a mi oficina y me senté detrás del escritorio, colocando la libreta abierta frente a mí. Los garabatos y notas sobre los jugadores estaban allí.Miré las páginas, tratando de enfocarme en el trabajo, pero mi mente seguía viajando de regreso a esa conversación.La puerta se abrió suavemente, y fue Rosa, una de las asistentes del equipo, quien entró con un par de carpetas en la mano.

—Aquí están los informes que pediste, Carla —dijo con una sonrisa amable.
—Gracias, Rosa —respondí, tomando las carpetas.

Rosa me dio un vistazo curioso antes de retirarse, como si pudiera ver algo en mi expresión que no estaba del todo resuelto. Me quedé mirando las carpetas por un momento antes de abrir la primera. Eran evaluaciones de rendimiento y notas de sesiones anteriores con algunos de los jugadores, pero mi mente todavía estaba en la conversación con Pau y Héctor. Me preocupaba si mi apertura emocional afectaría la percepción que tenían de mí. Ser una psicóloga deportiva significaba ser alguien en quien pudieran confiar, pero también mantener un cierto nivel de profesionalismo y distancia. Había cruzado esa línea con mis historias personales, y ahora debía encontrar el equilibrio nuevamente.Miré la foto en mi escritorio, una imagen de mi sobrina Leah sonriendo ampliamente. Me dio algo de consuelo, recordando por qué había compartido esas historias en primer lugar. Mis tatuajes eran más que simples marcas en la piel; representaban a las personas y momentos importantes de mi vida. Respiré profundamente y me concentré en los informes. El equipo necesitaba mi atención y orientación. Con la mirada en el trabajo, sabía que tendría que ser cuidadosa en el futuro,
Me centré en mi trabajo, consciente de que las relaciones con los jugadores requerían un delicado equilibrio entre profesionalismo y empatía. Había compartido más de lo planeado, pero la conexión y la confianza que eso generaba podrían ser la clave para ayudar a estos jóvenes talentos a alcanzar sus sueños. Decidí que, aunque el camino no siempre era claro, la humanidad y la honestidad eran mis mejores herramientas para guiar al equipo hacia el éxito

 Decidí que, aunque el camino no siempre era claro, la humanidad y la honestidad eran mis mejores herramientas para guiar al equipo hacia el éxito

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𝐽𝑢𝑔𝑎𝑑𝑎 𝑀𝑎𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora