10/09/2022

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Escuchando tus latidos, me confirman una vez más que eres real, que aquello que sentimos y sientes también lo es.

Que no es producto de mi imaginación, producto de mi deseo interior de querer estar contigo, que no es mentira, que no es falso, que no eres una ilusión, sino que es casi correspondido.

Mirándonos a los ojos, me confirman una vez más que aquello que percibo no es falso, una tonta ambigüedad mía...

Tocando tu piel, descubro un nuevo sentido, un nuevo tacto ahora descubierto gracias a ti, ¿Cómo una piel humana puede ser tan suave y ligera como una pluma? ¿Acaso me engañaste y en realidad si que eres un ángel como tantas veces te digo y te decía? Pruebas no me faltan, me sobran para demostrarlo, para demostrar que estas lejos de este mundo en el que simulas ser una humana, que pena que la mentira no llegó a mí..

Creí que conocerse y enamorarse en persona... eran tonterías de películas baratas americanas. Hoy en día las relaciones tratan del miedo a la soledad y/o al rechazo por no tener una pareja, hoy en día las parejas surgen gracias a aplicaciones de citas o por redes sociales en las que la humanidad una vez más se vende para ser aceptados por un grupo reducido de personas las cuales están lejos de alcanzar la realidad y la humildad.

Pero... contigo fue diferente, no nos conocimos gracias a una aplicación o a una red social en la que te expones, no. Nos conocimos en persona y forjamos la relación poco a poco, conociéndonos mejor de la manera tradicional y no en la manera en la que ahora la gente logra no quedarse sola y ser aceptada por cientos de desconocidos que dan su aprobación con un "me gusta" como si aquello que eres fuera un producto mostrado en un escaparate.

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