Capitulo 1. Mi corazòn es de hielo

444 26 0
                                    


-Si eso es lo que piensas, simplemente vete -Dijo Xochitl con la voz entrecortada. Era imposible querer que Claudia se fuera, porque Xochitl sabía que jamás volvería a ser lo mismo, sus carreras políticas tomaron rumbos tan diferentes que su amistad se vería afectada.

-Está bien, si es lo que quieres. Pero ya no me vuelvas a buscar - Respondió Claudia,  entonces cerró la puerta y dejó la casa de Xochitl sin mirar atrás.

Mientras Claudia conducía de regreso a casa, no podía dejar de pensar en Xochitl y en todos los momentos que habían compartido, recordaba los proyectos en los que habían trabajado juntas, en todas las reuniones y eventos a los que habían asistido, pero también pensaba en que ahora todo había terminado. Claudia no sabía porque la hacía sentir tan triste separarse de Xochitl, se esperaría que no le importara romper relaciones con ella, pero le afectaba más de lo que le gustaría. Entre tantos pensamientos, Claudia llegó a casa con la mente nublada y un sentimiento de tristeza, su esposo estaba ahi.

- Mi amor, ¿cómo te fue? - Preguntó entusiasmado Jesus, el esposo de Claudia

-No quiero hablar de ello -Respondiò Clau algo sin mucho entusiasmo

- ¿Està todo bien?
- Si, si. Solo no quiero hablar, ya vamos a dormir
- ¿Pasò algo? Porque eres candidata a la presidencia, amor, es algo muy importante en tu carrera, no luces feliz
- Y còmo quieres que "luzca feliz" si ya jamàs va a ser lo mismo con Xochitl
- Ahora entiendo todo, siempre Xochitl,  ya deberìas dejar de pensar en eso. Es solo una compañera con la que hiciste un par de proyectos
- No Jesùs, tu no lo entiendes, eramos amigas, podìa confiar en ella
-Pero es màs importante tu carrera, piensa en el futuro
- Basta, simplemente no lo vas a entender, dejame en paz - Dijo Claudia ya enojada y simplemente se encerrò en la habitaciòn mientras reflexionaba lo que su esposo habìa dicho, odiaba aceptarlo, pero era verdad, no deberìa importarle Xochitl, al final eran rivales y estaban compitiendo por la silla presidencial, pero inevitablemente le dolìa pensar separarse de Xo, su gran amiga. Entre tantos pensamientos algunas làgrimas comenzaron a salir y entre sollozos escuchò una notificaciòn de su celular.

__________________________________________________

Xochitl se quedò en la sala, pensando en como Claudia habìa cerrado la puerta sin siquiera pensarlo, solo se fue, era evidente que Xochitl estaba arrepentida de haberle dicho que no volviera, era su amiga y la extrañaba, sabìa que jamàs volverìa a ser lo mismo. Xochitl querìa despejarse un rato, tener la mente en otro lado y agarrò el libro que habìa dejado a la mitad, pero al abrirlo la tristeza la invadiò de nuevo, era imposible no pensar en Claudia cuando su separador era una tira de fotos de las dos, Xochitl mirò las fotos y recordò aquel dìa, habìa sido totalmente productivo, luego de haber logrado las negociaciones internacionales habìan decidido ir a comer y en el restaurante tenìan un  stand para fotos, se habìan divertido mucho tomandose esas fotos, hacìan caras chistosas y no paraban de reir con los fondos interactivos,  imprimieron dos copias de la secuencia de fotos. Xochitl regresò a la realidad, no dejaba de mirar las fotos y se preguntaba si Claudia tambièn conservaba las fotos. Xochitl tomò su celular y decidiò enviar un mensaje.

______________________________________________________

Claudia revisò su telèfono, era un mensajè de Xochitl

X: Clau, podemos arreglarlo esto tiene soluciòn
C: No, no la tiene, ademàs tu querìas que me fuera
X: Sabes que no era cierto
C: Te voy a extrañar mucho
X: No me extrañes, sigamos siendo amigas
C: Pero eso no se puede, estamos en diferentes partidos, no es lògico que seamos amigas
X: Basta, a quien le importan los partidos, podemos crear alianzas
C: No Xo, lo haces todo màs dificil
X: Pero tu dijiste que me extrañas
C: Olvida eso, mi corazòn es de hielo, no extraño a nadie. Suerte candidata
X: Si asi nos vamos a llevar, entonces suerte para ti tambièn, candidata

Terminò la conversaciòn y era obvio que ninguna de las dos se querìa despedir,  de un dìa a otro se habìan dejado de hablar, y por ahora era imposible retomar su amistad

Futura presidenta (y su primera dama) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora