Capítulo 3

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Élian

Aún no había señales de Akillari por ningún lado, le presté mi capa a Bahari para que obtuviera un poco de calor pues su piel comenzaba a llegar a tonalidades azules.

Kairos iba sobre su caballo con su típica cara arrogante, no me había dirigido la palabra desde que lo tiré de su caballo. Técnicamente estábamos a mano, al menos yo no lo había intentado asesinar.

Por ahora lo único que me preocupaba era no haberlo herido, aun no había logrado controlar la fuerza de mis hechizos.

Algo que me había llamado la atención del pelinegro era que todas sus pertenencias eran de excelente calidad, mucho le lo que portaba no estaba al alcance de cualquiera. Un claro ejemplo era el abrigo que llevaba puesto.

Kairos paró en seco a su caballo y comenzó a buscar algo con la mirada. 

—¿Qué suced...?— Me calló con una mirada de advertencia, se le veía tenso.

—No hagan nada estúpido—.

A mi espalda Bahari se irguió alerta a la espera de algún peligro.

De los árboles frente a nosotros brotaron elfos con grandes abrigos en colores blanco y plata sobre una especia de ciervos, al frente de todos iba un elfo de piel tan blanca que llegaba casi a ser transparente, su pelo era del mismo color y una corona de plateada con diamantes descansaba en su cabeza.

—Vaya, vaya, vaya. Cuando me dijeron que habían visto al príncipe de la ciudad escarlata y la princesa de Aquamarine no pude creerlo— El extraño hablaba con arrogancia —Pero aquí están, por supuesto Kairos tan serio como siempre—.

¿Kairos era un príncipe?

El pelinegro endureció su mirada —Wintarfell, cuanto tiempo—.

—¿Wintarfell?— preguntamos Bahari y yo al unísono, la mirada del príncipe cayó en nosotros.

—Princesa Bahari, que inesperada sorpresa. Tenía entendido que no era de su agrado nuestro clima—.

El joven trató de acercarse pero Kairos lo detuvo.

—¿Qué es lo que quieres?— pregunté enojado.

—Oh ¿tú quién eres?— preguntó con intriga.

—¿Quién eres tú?— dije tratando de evadir la pregunta.

—Por supuesto ¿Dónde de están mis modales?— dijo con fanfarronería —Mi nombre es Aidan Wintarfell, príncipe heredero de Wintarya— su tono era coqueto.

El vampiro lo miró con asco —¿Qué es lo que quieres?—.

—Esa pregunta debería hacerla yo Kairos— pasó su mirada nuevamente a nosotros —No todos los días dos príncipes y un ¿hechicero? vienen a mis tierras—.

Ambos se miraban con odio, parecía que en cualquier momento uno atacaría al otro. —Solo vinimos por escarcha de plata— dije tratando de romper la tensión.

Aidan enarcó una ceja y sonrió —En ese caso conozco el lugar perfecto, acompáñenme—.

Dio media vuelta indicando el camino, miré a Kairos en busca de alguna señal que me dijera que hacer pues no conocía estas tierras. El vampiro en cuestión se mantenía tenso con la mirada fija en el príncipe de Wintarya, traté de llamar su atención con un carraspeo pero no sirvió,

Decidí seguir a Aidan pues necesitaba la escarcha con urgencia y el parecía dispuesto a guiarnos con tal de no hacer más problemas. Bahari miraba constantemente a los otros elfos que nos acompañaban —No te confíes de ellos Élian, el vampiro tiene razón en decir que no son conocidos por su hospitalidad— dijo en un susurro.

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⏰ Última actualización: May 03 ⏰

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Canto entre Estrellas y la Luna EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora