-Oh, Charles pagarás muy caro todas tus travesuras.
Su cuerpo fue brusca y repentinamente presionado contra el escritorio, igual cómo deseó tanta veces desde que comenzó su aventura.
Si espalda chocaron con este y sus labios fueron atrasados por los contrarios. Paso sus manos por los contrarios. Posó sus manos en el cuello del mayor instintivamente, apenas podía respirar debido a los besos que no tenían fin y a la exitacion y a la exitacion que sintió en ese momento.
Max Verstappen desabrocho el pantalón de su estudiante, bajando la cremallera y metiendo sus manos en la parte trasera de éstos. Charles se limitaba a jadear y de vez en cuando giraba su cabeza a ver hacía la puerta, esperando que nadie entrara a interrumpir esa situación tan comprometedora.
Relamio sus labios y reprimió un gemido cuando Max amasó su trasero a su antojo, aprovechando que el menor había arqueado su cuello para dejar besos y pequeñas marcas con tonalidades púrpuras y rojizas en esta. El amaba sentirlo tan pequeño y vulnerable debajo suyo.
Disfrutaba el que Charles fuera un pequeño sumiso y delgado, la curvatura que se foemava en su cintura y en su espalda baja, eran sin dudar alguna de las cosas que más le fascinaba del cuerpo de infarto de su alumno. También disfrutaba sus intentos por tomar las riendas de la situación, cosa que su delicada piel y músculos sensibles no le estan permitiendo.
-Sientese -dicto el menor, posando sus grandes y ágiles manos en su pecho y empujando levemente.
Max abrió su boca para articular una palabra, con su semblante confuso en su rostro. Se sorprende al ser su cuerpo impulsado hacia atrás, cayendo sentado, con los pantalones y ropa interior muy por debajo de sus rodillas
Charles lo inspeccióno de pies a cabeza, con un dedo sobre sus labios y una mueca burlonaAmaba tener el control, y no permitirá que el mayor lo tuviera, al menos no ese momento.
-¿Que crees hacés? ¿No sé supone que quieres un castigo? -Cuestiono, su semblante serio.
Se le hacía muy divertido tener a Charles jugando con él, divertido y adorable en realidad.
-Yo seré el que tome el control de la situación desde ahora-se sentó en su regazo con las piernas abiertas, tomando los fuertes brazos de su acompañante hasta ponerlos detrás de la silla.
Se quitó la corbata que llevaba puesta, y usó el típico nudo que estaba acostumbrado a hacer para atar las manos del mayor, luego esbozó una sonrisa victoriosa al tener al mayor atado; así podría tener todo a su favor.
-Suéltame, Charles, o lo pagarás muy caro - ordenó, removiendo sus brazos para intentar liberarse.
-Mmm... déjeme pensarlo-fingió replantearse la situación, pero con una sonrisa burlesca negó con la cabeza-, no quiero -replicó y se levantó de las piernas del más alto.
Este último dejó atrás su intento por soltarse y presenció atentamente el pequeño espectáculo que protagonizaba su menor en esos momentos; se quitaba el uniforme con movimientos provocadores y que incitaban a Max a recorrer con sus manos aquel cuerpo al que tanto quería besar y marcar, pero que, gracias al amarre, no podía lograr.
Chasqueó la lengua cuando Charles se inclinó sobre el escritorio, exponiendo su trasero y dejando una muy buena vista de su entrada. Sin resistirlo, mordió su labio inferior, desesperado por adentrarse en aquel apretado agujero.
El menor se sentó una vez más sobre las piernas de su profesor, pero esta vez, de espaldas. Se movió lenta y tortuosamente, haciendo fricción su trasero con el miembro del castaño. No pudo más, necesitaba algo dentro suyo o iba a fallecer en cualquier momento; estuvo exitado toda la mañana y realmente quería ser llenado.
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Teacher's Pet | Lestappen
أدب المراهقين¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para salvar el semestre, Charles?