⁰³

1.7K 120 6
                                    

La clase entera presenciaba divertidos la escena que había protagonizado Charles y el como había sido echado por parte de la maestra de la clase de inglés.

Desde que él y el profesor Verstappen habían tenido su primer encuentro, las cosas no se detuvieron, al contrario, ambos comenzaron una rutina bastante beneficiosa y placentera para ambos; Max llamaba a Charles en los descansos y se encerraban en cualquier salón que encontraran desocupado, se besaban por largos minutos y la mayoría del tiempo llegaban mucho más allá.

Y es que, ¡Dios! Max Verstappen era malditamente caliente, y Charles, como el pervertido que era, nunca se negaba complacer a su sexy profesor de matemáticas.

Pero ahora era él quien estaba desesperado por tener algo entre sus piernas, y en plena clase de inglés, tuvo una horrible erección por estar recordando sus encuentros. Anhelaba tener las manos de Max sobre su cuerpo desnudo, que su cuello fuera llenado de chupones, que su cabello sea desordenado y sus labios fueran mordidos con brusquedad.

Fue por eso que se obligó a actuar de mala manera para ser expulsado lo antes posible de esa clase, cosa que logró rápidamente gracias a la poca paciencia de su maestra.

Charles salió por la puerta del aula con una sonrisa en su rostro; había logrado su cometido y ahora debía ser castigado en la oficina del subdirector de su escuela. Pero sus castigos no eran tan buenos como los del profesor Max, así que lo buscaría a él para recibir un regaño apropiado.

Caminó por los pasillos, arreglándose el cabello y acomodándose la ropa, en busca del salón donde su profesor debería estar haciendo clases en este momento.

Recordarlo provocó que sintiera un escalofrío en todo el cuerpo, e instantáneamente la sonrisa en su rostro se amplió, recordando que solo él tenía la dicha de disfrutar a ese candente hombre soltero.

Se detuvo justo en frente del salón de clases que estaba al final del pasillo, en el cual sabía que Max Verstappen estaría dando clases a esta hora. Con pasos decididos golpeó la puerta suavemente, y solo cuando escuchó un "pase" proveniente del interior, fue que pudo abrirla y entrar.

Ahí estaba él, con su elegante traje y su brillante cabello que caía sobre su precioso rostro de finas y masculinas facciones. Sostenía unos papeles en sus manos y el semblante concentrado lo hacía lucir atractivo y seductor.

Instintivamente, Charles mordió su labio y aclaró su garganta para que el mayor le viera, bueno, que notara su mirada y las indirectas detrás de sus palabras.

Max dejó los papeles de lado para dedicarle la debida atención a su concurrente estudiante, soltando una profunda exhalación.

-¿Qué lo trae por aquí, joven Leclerc? -inquirió con confianza e intentado no sonar descortés.

El menor jugó con la corbata perteneciente a su uniforme, sabiendo de sobra que sus gestos y actos de seducción ponían nervioso de sobremanera al mayor.

-Lo necesitan en el salón de reuniones, profesor. Creo que hay una junta importante-el puchero en sus labios permitía a Max ver a simple vista un lado tierno del menor, pero no, él no hacía pucheros solo porque sí.

Charles planeaba algo.

-Oh, de acuerdo, pero estoy en cla....

-No se preocupe, está autorizado a retirarse. Y ustedes - miró a los demás estudiantes, tienen libre hasta la siguiente hora.

Los gritos de felicidad por parte de todo el salón se hicieron presentes, y con ellos la mueca de confusión en el rostro del mayor.

Algo dudoso, Max acomodó sus lentes e hizo una reverencia a sus estudiantes, disculpándose por tan repentino inconveniente.

Teacher's Pet | Lestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora