Donde Jungkook es un joven virgen e introvertido, necesita tomar experiencia para comerse a su querido novio, necesita una solucion.
Taehyung vende juguetes eroticos.
Jungkook necesita comprarle un muñeco inflable para practicar.
Taehyung le dará...
Jungkook se viste a toda prisa, teniendo en cuenta que el manual no dice nada sobre sexo y que ya le queda poco tiempo no practico nada, cree que con lo que ha adquirido en conocimiento es suficiente.
Golpea la puerta de su closet un tanto desesperado porque el pie no se acomoda y la cabeza tampoco, le saldrá caro si le hace algun daño o lo rasga por intentar acomodarlo en un espacio tan pequeño, pero es que no tiene tiempo, ya vera como coserlo si eso pasa.
Una última mirada a su habitación y sale a toda prisa cuando escucha el timbre ser tocado por tercera vez.
—Pensé que no estabas.
Escucha un Taehyung a lo lejos adolorido desde el encierro del closet, vaya si se golpeo feo en la cabeza cuando Jungkook lo arrojó alli.
—Me estaba poniendo lindo para ti mi amor. —Responde Jungkook y el dolor de Taehyung no es nada comparado a su corazón cuando escucha a su careconejito de lentes hablarle asi a este tonto de mierda.
—Te hubieras esforzado un poco más. —Le escucha decir y si, Taehyung esta convencido que es un pedazo de mierda.
—Hice comida para ti, cocino delicioso ¿sabias mi amorcito?.
—Aja, ¿sabes Jungkook? tengo este trabajo de estadistica pero se cruza con una fiesta ...eh familiar, una fiesta familiar, si eso.
No lo ha visto pero se lo imagina con cara de escoria y ojos color mierda, lo detesta, si lo tuviera enfrente le haria tragar sus palabras por no apreciar el ser tan lindo que es su Kookie, además de que claramente se nota como lo está usando.
—Si amor, yo soy muy bueno en estadística, dicen que soy muy bueno en todo, aunque yo no lo creo much....
—Si, si, como sea, ¿me vas a ayudar o no?
Interrumpe y su tono demandante tiene al borde a Taehyung de salir literal del closet y darle una paliza a ese culo exigente.
—Claro mi amor, te voy a ayudar, pero primero comamos, me esforcé mucho en hacerte una rica cena y tenía planeado una velada muy especial para los dos.
—No puedo, es que mi...mi abuela, uff, esta enferma, mucho y debo ir a cambiarle el pañal.
Taehyung ha escuchado suficiente para saber que en la habitación no iban a parar, así que sale despacio de allí y abre un poco la puerta para ver por una pequeña rendija la cara del pedazo de culo que tenía el descaro de aprovecharse de su conejito.
También no perdió de ver el rostro de decepción de su Kookie y le duele sobremanera que alguien se aproveche de su inocencia. Vaya pensamiento pues casi que él está haciendo lo mismo, desecha la idea pues lo que él hace es en nombre del amor y con esa idea todo es válido.
Lo ve asentir y sin una despedida ni un abrazo sale el peliazul del apartamento mientras Jungkook se queda haciendo un pronunciado puchero en medio de la sala con sus manitas en su pantalón baggy holgado y su camisa a cuadros es la versión más tierna de un niño que oculta a un verdadero hombre.
Mañana, oh si, mañana el peliazul se las verá con el porque nadie, nadie podía hacer sentir mal a su Kookie.
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