Catorce

98 17 1
                                    

Quizás no debí haber sido sincero. Quizás no debí haber abierto la boca en ese momento.

Confesarse. Qué horrible acción. No sabes qué puede pasar, hay un sinfín de posibilidades que te hacen sentir la ansiedad colmándose entre tus venas. ¿Dirías que sí? ¿Dirías que no? Muchas preguntas pero una sola respuesta que depende de la otra persona.

¿Debí haber mentido? Sin razón alguna, por más doloroso que fuera, por más triste que me sintiera, quizás debería haber mentido si eso significaba seguir teniéndote a mi lado.

Ese día no quise levantarme porque no quise verte por última vez. Tu sonrisa, tu bonita mirada, tu forma de ser tan llamativa y extraña... No quise dejar nada de eso atrás. No después de todo lo que te amé.

Pero aprendí que a veces, las cosas suceden por algo. Los cambios, alguien llegando y otro yéndose; la vida es constante ir y venir por más que no nos guste.

Fue triste que jugaras conmigo. Enterarme después de tanto tiempo lo que hiciste y cómo me usaste todavía revuelve mi estómago, sin embargo también me culpo a mi mismo por esperar tanto de alguien a quien no le importaba.

Realmente nunca voy a aprender.

Carta para no llorar | KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora