Carta para no llorar | Kuroken

Dieciséis

Podría haber aprovechado esos eternos segundos estando delante de ti. El color negro manchando tu ropa, tu mirada evitando la mía y un lugar en silencio. Por un momento me quedé sordo, no escuché ni siquiera lo que nuestros amigos decían a nuestro lado, solo me concentraba en ti y en esa incomodidad que caía sobre tus hombros.

Despedirse... no me gustan las despedidas. No me gustó la nuestra. No quería que te fueras rápidamente, quería decirte lo increíble que te veías. Como tu cuerpo brillaba y tu mirada se apropiaba de alma; quería decirte cuánto te amaba. Ser sincero, tomar tus manos y decirte que a pesar de todo, yo estaría a tu lado si me lo permitieras.

¿Ese era el problema también? ¿Realmente debería haberlo hecho? ¿Debería haber abierto la boca? No podría evitar no culparme, realmente quería hacerlo. Fui cobarde e idiota, tú te fuiste y pasó lo que pasó.

Quizás todo seguiría siendo lindo si te hubiera dicho las cosas. Seguramente los días seguirían siendo soleados y cálidos a pesar de estar en invierno y yo te tendría a mi lado. Volvería el tiempo atrás con tal de poder hacerlo.

¿Y valdría la pena? ¿Valdrían la pena todas mis lágrimas derramadas? Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás y decirte la verdad...

Podría haberte dicho lo triste que estaba por nosotros y que a pesar de todo lo malo, seguiría eligiéndote. Podría decirte que tus ojos eran mi razón para sonreír y era feliz recordando cómo brillaban bajo el sol, que tu sonrisa era algo mejor que ver una noche de constelaciones y que tu simple toque era lo que me hacía creer en los ángeles. Podría haberte dicho que amaba tu belleza en todos los sentidos y tu personalidad era tu faceta más llamativa.

Podría haberte dicho que quería tenerte entre mis brazos toda la vida y que besar tus labios todas las mañanas sería lo mismo que cumplir un gran sueño. Podría haberte dicho que de todo lo malo yo te protegería y que incluso sería capaz de salir lastimado por ello. Podría haberte dicho lo especial que fuiste para mí y que jamás podría sacarte de mi corazón pero sí sería capaz de dártelo.