Sus parpados se alzaron con pereza, dejando al descubierto sus ojos color avellana que tenían las pupilas dilatadas. Sentía el sudor recorrer su cuerpo y se sintió asqueroso, el lugar olía un poco a vomito, sentía su barbilla manchada y pegajosa. No estaba en las mejores situaciones, lo sabía, pero aun así no se detuvo en pensar en algún plan para salir de ese lugar. No podía escuchar ningún ruido, ni siquiera alguna señal de que Heeseung estuviera dentro de la casa. Seguramente estaría durmiendo por la tremenda reseca que debió causarle beber vino de esa manera.
A pesar de que se sentía cansado, no podía permitirse dormir, menos cuando Heeseung lo había intentado violar y puede que regresara a completar esa acción inconclusa. Su cuerpo tembló de miedo al pensar en que, si no salía de ahí pronto, terminaría siendo violado brutalmente y no era algo que quisiera en realidad.
Fue hasta entonces, que intentado despertar del todo, miró la cinta americana que mantenía sus manos juntas, aunque era de las cintas más difíciles de romper, se dio cuenta que el amarre no estaba muy apretado y era "fácil" romperlo. No cantó victoria como solía hacerlo. Buscó con la mirada algo en la cochera que le ayudase a romper la cinta, debía de haber algo, algo que tuviera filo... Sus ojos brillaron al ver un desarmador plano.
Intentó pararse pero sus piernas no respondía, había vomitado hasta la bilis, no tenía más que agua corriendo por su estomago. Quiso llorar de impotencia una vez más pero se trago las lágrimas y tomó todo el aire posible, tenía que hacerlo.
Pero se detuvo.
Unos pasos que sonaban como si estuvieran caminando con enojo resonaron atreves de la puerta que lo separaba de la casa. Sus ojos se abrieron con pánico, la idea de que Heeseung intentara violarlo lo hizo temblar de miedo, casi dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas. El miedo que le cubrió las venas, le hizo pararse, sosteniéndose de la pared, caminó hasta la otra esquina con las piernas temblándole como un enfermo de párkinson. Cuando llegó a donde estaba el desarmador, se dejo caer, dejando que sus rodillas chocasen contra el piso rudamente, tomó el desarmador y trató de atravesar la cinta con la punta de este.
La paciencia empezó a disminuir, los fuertes pasos se seguían escuchando afuera. Sus fuerzas no eran demasiadas como para hacer presión en el desarmador contra la cinta americana, así que lo colocó en el piso e intento atravesar la cinta, el desarmador se resbalaba y caía al piso, Jeongin hizo el mismo movimiento varias veces. Cuando el desarmador atravesó la cinta, supo que podía hacerlo, no podía rendirse.
Atravesó la cinta dos veces más, sin embargo, no continuó. El sonido de los pasos se había detenido, miró la puerta con miedo, esperando a que en cualquier momento se abriera, pero eso no pasó. Por lo que escondió el desarmador y con la adrenalina en su cuerpo, se levantó del piso y volvió al lugar donde antes estaba, él podía sacar sus manos fácilmente del amarre de la cinta, pero prefirió fingir que seguían amarradas por si acaso.
La puerta se abrió justo cuando él se dejo caer donde antes estaba sentado, recargó la cabeza en la pared, intentado que su respiración no se viera agitada. Movió sus ojos hasta Heeseung quien tenía el ceño fruncido y parecía estar bastante molesto, ni siquiera quiso respirar por miedo a que eso le molestara a Heeseung.
—Ahg mierda. —refunfuñó Heeseung, mirando el lugar con desagrado. —Apesta este lugar.
Jeongin se mantuvo callado, sin mucho que decir que no arriesgase más su estado físico. Su cuerpo tembló cuando Heeseung lo miró, sus ojos demostraban asco y repulsión, que lo mirara así, no provoca nada en Jeongin, los sentimientos de asco eran mutuos en todo caso. Pero cuando la punta del pie de Heeseung golpeó su mandíbula, se dejo caer al piso como un muerto, sin siquiera meter las manos, no estaba dispuesto a enseñar que sus manos estaban libres, por lo que soporto el golpe en su cara.
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𝗸𝗶𝗱𝗻𝗮𝗽𝗽𝗲𝗿
Fanfiction𝐇wang Hyunjin es el secuestrador más famoso de Seúl. Se le conoce por secuestrar a chicas de quince a diecinueve años, las personas quienes le investigan dicen que suele violarlas para después matarlas y no dejar rastros de ellas. 𝐘ang Jeongin es...