ALWAYS | EDDIE MUNSON«[BOOK #2]

CAPÍTULO OCHO.

Pov’s Eddie.

Terminamos de tocar, los aplausos y gritos llenaron el bar, me sentía en la gloria y no podía negarlo. Bajé del escenario y muchas personas se acercaron para felicitarme o decir que el show había sido increíble.

— Fue una presentación increíble —escuche detrás de mí, era una voz suave y algo chillona— puedo decir que pareces un profesional…

Me gire y me encontré con una chica castaña y morena vestida con un estilo de rockstar pero mezclado con un pantalón de… ¿como se llamaba esta mierda que estaba de moda y se usaba algo similar a las manchas de los jaguares? ¿Animal print? ¿Print animal? 

Alce las cejas y ella después agregó— era un cumplido.

— Gracias… supongo —murmuré, entonces me encontraba torciendo la boca con disgusto.

— ¡Eddie! —escuche la voz de mi chica y sonreí cuando Leina se lanzó a mis brazos, y mis reflejos reaccionaron de inmediato sosteniéndola mientras dejaba un beso sobre su mejilla.

— Ten cuidado, bebé… Estoy sudado —mencioné con una sonrisa, entonces escuche un carraspeo, Leina y yo nos giramos.

— Soy Julianne —la rubia habló, alzando su mano hacia mí.

Mi chica y yo compartimos miradas. — Eddie Munson —dije manteniendo mis manos estrechamente sobre la cintura de Leina y la chica bajó la mano al ver que no tenía intenciones de estrechar mi mano con la de ella— ella es mi novia, Leina Harrington.

Los ojos de la chica fueron de arriba a abajo sobre Leina, y carraspeo. — Es un gusto… para ambos —ella nos dió una sonrisa, juro que fue algo espeluznante porque parecía una sonrisa totalmente forzada.

— ¡Eddie, ya empezó el partido! —gritó Gareth desde una esquina donde los chicos estaban con algunas chicas y Law que había sido enviado por Everett para monitorear lo que hacíamos y en ese caso, tal vez en algún momento no hagamos una estupidez.

— Lo siento pero tenemos que irnos —dije mientras tomaba de la mano a Leina y la jalaba entre la multitud hasta llegar a donde estaban los chicos— que rara mujer —murmuré.

Nos sentamos en la mesa, rodee a Leina con mi brazo mientras tomaba la cerveza de la mesa. El partido estaba siendo interesante, los rangers iban ganando contra los devils.

— Ese jodido de Cavanagh es todo un hijo de pura en la pista —dijo Kevin, y yo me reí.

— ¿Y qué tal Revees? Es más ágil —comenté mientras le daba un trago a la cerveza.

— Pero no puedes negar que Cavanagh es un hombre precioso —comenta una de las chicas.

Una risa sale de los labios de Law. — Posiblemente pero eso no le quita lo mujeriego —responde el chico.

Solté una risa, disfrutando de la pequeña discusión que se había creado por culpa del jugador.

Esto era algo que siempre he disfrutado, sin importar lo estúpidas que se vuelvan las conversaciones.