𝑴𝑰𝑺 𝑯𝑬𝑹𝑴𝑨𝑵𝑶𝑺 [𝑯𝑨𝑵𝑻𝑬𝑵𝑮𝑼]

cap 30

[Narra la escritora]

Tenías los ojos pero no veías nada, tenias un calambre en la pierna,tus muñecas dolían,las tenias atadas hacía atrás,sentías gotitas de sudor bajando por tu frente,al saber primero eso débilmente abriste los ojos y  gracias al cielo no era todo oscuridad, la ventana estaba abierta,dejaba ver la bella luna llena y la calle,todo estaba oscuro,tu calle, estabas en la habitación de Sekido, estabas atada

—¿D-donde estoy? —empezaste a abrir moverte desesperada en la silla, te sentías muy débil.

Una mano tapó tu boca,alzaste la vista y por la iluminación de la calle que entraba por la ventana viste a Sekido y a Karaku,este último tenía una sonrisa arrogante,era el que había tapado tu boca.

—Tranquila shhh —intentó tranquilizar Karaku al ver algo de miedo en tus ojos— Aizetsu prende las luces y cierra la ventana.

—Ash siempre me mandan a mi a todo —escuchaste a Aizetsu quejándose,pero prendió la luz.

En seguida tu retina se encogió y cerraste los ojos de dolor,te molestaba la luz bastante,te sentía muy cansada aún de seguro de haber dormido horas.

Y nomás Aizetsu cerró la ventana Karaku destapó tu boca,Sekido no te decía una sola palabra,pero no te miraba con tanto desden,te sentías como si estuvieras en un juicio y tu fueras la culpable.

—¿Qué diablos me hicieron? —interrogaste algo alterada,no ibas a mentirte,te daba miedo cualquier cosa que ellos hicieran.

Cerraste los ojos cuando sentiste las manos de alguien pasando por tus hombros,bajaste la mirada y notaste que la camisa la tenías algo abierta y las medias rotas.

—Vamos hermanita no te enfades ¿Si? —Urogi era el que estaba tras de tí, repartiendo un masaje pequeño— se que hicimos mal ¿Por qué piensas que te hicimos algo malo? Solo fuimos por ti,tu no eres de esa casita,tu eres de aquí te guste o no.

—Me secuestraron culeros y-.

—¡NO DIGAS UNA PALABRA MAS! — Sekido había tomado de la quijada y había tapado tu boca con la palma de su mano—Esa no es tu casa,tu no tuviste que haber ido con ese muchacho,imagínate nuestra reacción al enterarnos que nuestra hermana menor tenía a un muchacho en su cuarto escondido desde sepa cuando,así que mejor cállate que hemos llegado a algo y no será muy bueno.

—Recuerda lo que hablamos Sekido —intervino Aizetsu y Sekido guardo silencio,viste a Zohakuten quien estaba cruzado de brazos— queremos hacer las paces.

Eso te dejó confundida y más cuando todos se pusieron frente a ti, no parecían deshonestos,estaban muy tranquilos,demasiado para tu gusto,te esperabas unas bofetadas o unos golpes con el cinto.

—Que buena broma —te empezaste a reír— no hay que mentir para convivir o que yo les revele algo.

Estos solo chasquearon la lengua y enseguida señalaron a Aizetsu que parecía muy disgustado y una leve sonrisa que se veía algo falsa.