Capítulo 3

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No había podido dormir mucho, aun así, aunque sus ojos pesaban se sentía irritantemente activo, tratando de asimilar el final de su rutina del último año. Despertar en su vivienda prestada, su ruta hasta la escuela, encontrarse con la misma cara familiar, entrar al instituto de siempre juntos, volver a casa y repetir, sin embargo, ese día significaba todo lo contrario.

La emoción, sonrisas, llanto, los profesores corriendo de un lado a otro para la organización y los aplausos.

Al final de todo, Reo sentía su corazón latir demasiado rápido, golpeaba su pecho y hacía estremecer todo su cuerpo. Era abrumador, trataba de indagar dentro de él buscando las buenas sensaciones, el lado positivo, cualquier cosa que lo hiciera convencer de que aquello que sentía era una buena señal, pero solo se había quedado helado con la mente en blanco, después de todo él...

—¡Estamos graduados! —Chigiri gritó, alzando sus brazos con fuerza— ¡¿Por qué la gente se alegra por esto?! ¿No dicen siempre que la universidad es peor? —se cuestionó solo, y a pesar de sus dudas seguía sin quitar su sonrisa.

—Se siente bien lograr algo —Reo respondió, aunque fuese contradictorio, solo dijo lo más obvio y lo que aplicaba para Chigiri y para la mayoría ahí, pero no sentía que estuviera dentro de eso.

Chigiri lo notaba, lo miró de reojo, antes de cambiar su sonrisa por ese gesto recriminatorio arrugando su ceño y torciendo la boca. Nada lindo, Reo tenía que soportar un poco las ganas de darle una patada en el trasero, especialmente porque sabía que lo siguiente que le diría no sería nada bueno.

Tampoco buscaba su mal, era más que su cuerpo se tensaba cuando presentía "ese tipo" de conversaciones llegar, Reo sabía que definitivamente era infantil, solo había momentos en que le gustaría actuar irracionalmente extraño y que nadie le cuestionara, fingir como si nada estuviera pasando.

Pero, si era sincero, Chigiri lo había estado aguantando bastante como para haber esperado a que la ceremonia de graduación terminara y que ya estuvieran saliendo del lugar.

—¿Entonces? —Chigiri comenzó, se puso a su lado, y le dio un empujón con la cadera— ¿Por qué no luces ni un poco feliz? —otro empujoncito y esta vez Reo fue un poco movido de su lugar— Señor graduado con honores —otro más fuerte, y Reo no dudo en devolvérselo con suficiente fuerza para forzarlo a maniobrar para no perder la estabilidad—, pensé que era porque tenías que dar ese discurso frente todos...

—Y ya te dije que no es la primera vez que estoy frente un gran público —Reo contestó, siendo intencionalmente descarado limpiándose el lado con el que empujó a su amigo fingiendo que lo había ensuciado.

Chigiri no dudo en reaccionar dramáticamente a esto, abriendo la boca con mucha —fingida— sorpresa, solo para volverse a poner justo a su lado otra vez, manteniendo una mano en su pecho.

—¡Ah! Que modesto, Reo, cuanto lamento el cuestionar tu vasta experiencia —el tono de Chigiri tenía de todo menos reconocimiento y respeto real hacía él, ladeando exageradamente la cabeza—. Hablando en serio, fue bastante genial, ¿no? —su mirada brilló, como si fuese un niño hablando de un distante super héroe, cuando realmente, Chigiri había visto incluso escenas tan patéticas como Reo vomitando en una esquina del jardín luego de ser golpeado en el estómago.

—¿Viste la cara de los tipos de atrás? —pero el pelirrojo seguía hablando tan feliz que Reo no podía evitar sonreír— Definitivamente querían abuchearte, pero les diste una mirada temible antes de comenzar, —se quedó callado repentinamente, pareciendo pensativo y casi molesto por algo— ¡un tipo de ahí es alfa! ¡¿No siente vergüenza de dejarse intimidar tan fácil?!

Eternal SunshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora