𝐌𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙙 ☆ Jude Bellingham

💭 a c t e l e v e n !

Kendall's pov

Me desperté con un hormigueo de emoción en el estómago. Hoy era el día del gran show de L'Oréal en París, y apenas podía contener mi entusiasmo.

Después de un tranquilo desayuno con mis padres, decidí disfrutar de la mañana dando un paseo por los alrededores del hotel. La brisa fresca de París acariciaba mi rostro mientras caminaba, y mi mente estaba llena de pensamientos sobre el evento que me esperaba.

Honestamente quería huir, pero al mismo tiempo quería disfrutarlo.

Fue reconfortante pasar tiempo a solas con mis padres antes del ajetreo del día. Hablamos de todo un poco, desde mis nervios hasta las emociones que estaban experimentando ellos al verme realizar mi pasión en una ciudad tan icónica como París.

Luego, Jude apareció con una sonrisa contagiosa en el rostro. Jude era mi roca, mi amigo más cercano y mi novio. Después de un rato de risas y conversaciones amenas, Jude me llevó al lugar donde se llevaría a cabo el show.

El trayecto fue una mezcla de emociones. Por un lado, estaba emocionada por la oportunidad de brillar en la pasarela de un evento tan prestigioso. Por otro lado, los nervios comenzaban a hacer su aparición, pero Jude estaba ahí para recordarme lo talentosa que era y lo increíble que sería en el escenario.

— Voy a estar ahí, lo prometo. — Dijo besando mi mano.

— Entonces estaré esperando por verte en el público. — Le di un beso en la mejilla mientras íbamos llegando al lugar.

Cuando llegamos al lugar del evento, todo estaba en movimiento frenético. Maquilladores, estilistas y modelos iban y venían, creando una atmósfera de anticipación palpable. Mientras me preparaba para el espectáculo, no pude evitar pensar en lo afortunada que era de estar viviendo este sueño.

Jude y su promesa estaban en mi mente. Esa promesa me llenó de una mezcla de gratitud y nerviosismo. Saber que tenía a alguien tan cercano apoyándome me dio la fuerza que necesitaba para enfrentar el desfile con confianza.

Cuando finalmente pisé el escenario, toda la emoción y los nervios se fundieron en una explosión de energía. Caminé con determinación y gracia, recordando cada palabra de aliento de Jude y el amor de mis padres. Al final del desfile, cuando las luces se apagaron y el aplauso retumbaba en mis oídos, supe que este momento en París sería uno que recordaría para siempre.