Capítulo 9: La prueba de ADN que justifica la verdad

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Capítulo 9: La prueba de ADN que justifica la verdad

Continuando desde el capítulo 8...

Mientras mi hermano Alexander insistía en que Liam no era mi hijo, y yo sabía que era cierto, accedimos a realizar una prueba de ADN. Después de unos días, el médico llegó con los resultados de la prueba, pero antes de que pudiera entregármelos, Alexander, también conocido como Lex, le arrebató la muestra de ADN.

"Ahí tienes la prueba de ADN. Estoy segura de que demostrará que Liam y yo somos familia, que es mi hijo y que yo soy su madre", dije con confianza.

Aunque en mi corazón sabía que esa prueba no confirmaría nuestra relación de parentesco, la expresión en el rostro de Lex era de rendición evidente.

"Sí es tu hijo. Pensé que no lo era. No puedo creerlo. Y tú hiciste un buen juego al embarazarte de mi hermana para llegar a esta vida de lujos", expresó Lex, asimilando la verdad.

"Ves, te dije que es mi hijo", respondí, sintiéndome triunfante.

Después de unos minutos de incredulidad, tomé la carta del médico y, efectivamente, confirmaba que Liam era mi hijo biológico. Con la noche cayendo, me encontraba en nuestra habitación con Kara. Ella estaba acostando a Liam en la cuna que se encontraba en una esquina de la habitación, cuando decidí hacerle una pregunta.

"Cuándo planeabas decirme la verdad de que es mi hijo?", le pregunté a Kara.

Ella me respondió con sinceridad. "Escucha, yo simplemente acepté hacer esto contigo sin saber o tener conocimiento de que él es tu hijo. De hecho, pasó hace un año en Las Vegas y no recuerdo con quién fue, ya que estaba bajo los efectos del alcohol. Nueve meses después, Liam llegó. Así que no pretendía ni siquiera sabía que tú eras su madre, ¿de acuerdo?", explicó.

"Entonces, fue todo bajo los efectos del alcohol. Entonces, sí es mi hijo. No puedo creerlo", afirmé, asimilando la revelación.

Kara agregó rápidamente: "Además, no tenía tu número de teléfono, ni siquiera te recordaba, ni siquiera recordaba tu rostro. Básicamente, no tengo culpa de esto".

En ese momento, la realidad de la situación me golpeó con fuerza. El engaño, las mentiras y la confusión habían sido el telón de fondo de nuestra relación. Ahora, con la verdad revelada, debíamos enfrentar las consecuencias y encontrar la manera de seguir adelante como una familia, a pesar de los obstáculos y desafíos que surgirían en nuestro camino.

Continuará...

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