La temporada de bailes estaba en pleno apogeo en Londres. Las damas lucían sus vestidos más elegantes, y los caballeros competían por los favores de las debutantes. En medio de la multitud, Daphne Bridgerton, la hermana mayor de la familia, se encontraba en el centro de atención.
Daphne había dejado atrás su papel como debutante y ahora era una mujer casada. Su esposo, Simon Basset, el duque de Hastings, la miraba con orgullo desde el otro lado de la sala. Daphne se sentía agradecida por su amor y su pasión, pero también anhelaba algo más.Una noche, mientras bailaba con Simon, Daphne miró alrededor de la sala. Las luces brillaban en los candelabros, y la música flotaba en el aire. “Simon”, susurró, “¿alguna vez has deseado algo más? Algo que no podamos tener aquí”.
Simon la atrajo hacia sí. “Daphne, tenemos todo lo que necesitamos. Pero si hay algo que deseas, dímelo”.
Daphne sonrió. “Quiero un hijo, Simon. Quiero ver nuestro amor reflejado en los ojos de un niño”.
Simon la besó con ternura. “Entonces lo tendremos. Nuestra familia crecerá”.
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El legado de los Bridgerton
Romanceestá historia se trata sobre Anthony Bridgerton y Penelope Featherington, donde los engaños desempeñan un papel crucial sin cruzar la línea de la infidelidad.