El tiempo había tejido su magia en la mansión Bridgerton. Penelope y Anthony, ahora en la plenitud de sus vidas, miraban con asombro a sus hijos crecer. Los gemelos, Germony y Edmund, tenían catorce años, y su hermana menor, Hope, tenía nueve. El benjamín de la familia, Harry, con sus cinco años, llenaba la casa con risas y travesuras.
La vida transcurría en una danza de días y noches. Penelope, con su cabello ligeramente salpicado de canas, seguía siendo la columna vertebral de la familia. Anthony, con algunas arrugas alrededor de los ojos, la miraba con admiración.Una tarde, mientras los cinco se reunían en el jardín, Penelope tomó la mano de Anthony. “¿Puedes creer cuánto hemos vivido juntos? Nuestros hijos son nuestro mayor tesoro”.
Anthony asintió. “Los años dorados, Penelope. Hemos construido una vida hermosa”.
Los gemelos se acercaron, sus risas llenando el aire. “¡Papá, mamá, jueguen con nosotros!”
Penelope y Anthony se unieron a la danza de los años, corriendo por el jardín, riendo y abrazándose. En cada mirada compartida, sabían que su historia de amor era un regalo precioso.
Hasta aquí es este capítulo ✨💜
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El legado de los Bridgerton
Romanceestá historia se trata sobre Anthony Bridgerton y Penelope Featherington, donde los engaños desempeñan un papel crucial sin cruzar la línea de la infidelidad.