La Misión

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―Y bien, ¿qué te ha enseñado ese viejo brujo que sea más útil que cercenar cabezas de un solo golpe?― Gindur ya iba por la tercera cerveza, pero a Viktor no le pareció que ese comentario fuese consecuencia del alcohol.
―Ya te lo he dicho: Magia menor. Y no le llames viejo brujo, ya sé que no te gusta mucho el tema de la magia, pero también merece un respeto.
―¡Paparruchas!― Vale, si era fruto del alcohol ―¡La magia es solo cosa de salvajes y estirados! ¿Sabes como los enanos recuperamos todo el norte de Magnatriam antes del Acuerdo de Las Razas? ¡Martillos de guerra! ¡Hechos con nuestras propias manos!
―Está bien, Gindur, ya está bien por hoy, venga, te tienes que ir a dormir.
―¡No! ¡No soy un niño!― Exclamó levantándose con tanta fuerza que casi tumba la mesa ―¡Estoy perfectamen!... te... bien...― El sonido de un enano cayendo como una losa de piedra sobre el suelo de la taberna hizo temblar el establecimiento.
―Eh... ¿Félix?― Dijo Viktor al dueño que miraba la escena desde el otro lado de la barra. ―¿Tenéis un protocolo para esto?
―Hmmm... Déjame mirar...― Respondió fingiendo revisar una libreta y colocándose las gafas. ―¡Código 7!― Y al instante, dos camareros más jóvenes llegaron cargando un cubo de agua que no dudaron en descargar sobre el enano que seguía tendido boca abajo.

Gindur se despertó de golpe y tardó unos segundos en reconocer donde se encontraba.
―El chico tiene razón, Gindur, tienes que descansar y yo estoy a punto de cerrar. Todas las campañas de cazadores de la temporada se han tomado este día para recoger sus cosas y no queda nadie.
―Venga, Gindur― Dijo Viktor llevando el brazo del enano sobre sus hombros para estabilizarle.
―Está bien muchacho, pero solo porque no quiero discutir antes de que te vayas y me recuerdes como un enano borracho.
―Je, eres nuestro enano borracho preferido― Puntualizó Félix con su sonrisa sarcástica tan particular.

En el momento en el que los dos últimos clientes se reían antes de salir por la puerta, una figura encapuchada irrumpió sembrando el silencio en la estancia. Sacó un pergamino que analizó durante unos segundos y luego fijó sus ojos resplandecientes como el ámbar en Viktor.

―Eres... el hijo de Saddatan... ¿verdad?―  Viktor estaba perplejo, solo pudo asentir con un gesto.
―Espléndido, tengo una tarea para ti― Dijo sacando otro pergamino más pequeño. ―He oído que te unes a una partida de cazadores, y me gustaría que me trajeras una cosa muy... especial― La figura enrolló el pergamino con sus manos pálidas y huesudas y se lo lanzó a Viktor, que tuvo que reaccionar para atraparlo en el aire y abrirlo.
―Esto es...
―Una Piedra Lunaeclipse, así es
―Oye, pero esto no es tan fácil de encontrar, ¿sabes?
―Si, lo se, por eso se que solo el heredero de Saddatan puede lograrlo.
―¿¡Pero se puede saber de que conoces a mi padre!?― Las preguntas de Viktor se amontonaban en su mente en forma de confusión y algo de rabia, pues la Piedra Lunaeclipse fue la última leyenda que su padre le contó antes de su última salida.
―Se de él lo suficiente como para saber que eres el indicado para esta misión, Byron.
―¡Déjate de evasivas!― Gritó invocando un virote etéreo, uno de sus conjuros menores favoritos. ―Espera, ¿me has llamado...?― Pero el virote ya alcanzaba a su objetivo, que simplemente se transformó en una nube de humo denso conservando su silueta justo antes de que el hechizo de Viktor encontrara su objetivo impactando contra el marco de la puerta, donde se disolvió sin dejar rastro.

Félix estaba ojiplático y se limpiaba las gafas con un gesto nervioso.
―¿Se puede saber a que ha venido eso, Viktor? Ya se que tus amigos son raros, pero eso...
―¿Vosotros también habéis visto al encapuchado? Creo que me empieza a doler la cabeza... Comentaba Gindur entre la incertidumbre de la escena.
―Si, si que lo he visto, pero... Tengo demasiadas preguntas, y muy poco tiempo para respuestas.

La sala quedó sumida en un silencio sepulcral, incluso se diría que una niebla húmeda inundaba el local. Los tres aún estaban asimilando la situación, pero solo la brisa del tiempo traería respuestas... Aunque primero había que buscar.

Neuraway- El Bestiario de ViktorWhere stories live. Discover now