Tom Riddle|Libro culposo. Pt 1

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(La idea la tomé de un smut de cod, cabe aclarar.)

(Está es la primera parte, lo aviso por si es que quieren leer todo junto así pueden esperar la segunda para no quedarse con las ganas.)

Inmersa entre estantes de tamaños gigantes con libros sobre conocimiento de la historia de la magia y su origen, te iluminaba débilmente la vela a tu derecha, la cual su llama en poco tiempo parecía querer apagarse, pero no te importaba, tenías las grandes ventanas que daban espacio al exterior del castillo y proyectaban la luz lunar a tu silueta que se encontraba perdida en el montón de capítulos que daban de qué hablar por su contenido tan tabú sobre el sexo, más para la antigüedad de toda la ambientación del castillo en el colegio Hogwarts.

Pasaste a la siguiente página ya por 60ta vez en el día, no te considerabas un lector regular ni mucho menos alguien que pudiera mantener su concentración en algo durante mucho rato, pero aún así tú mano izquierda sostenía la tapa rojo carmesí de cuero con nervios mientras que la otra tenía tus dedos húmedos de emoción en el borde de la siguiente hoja, en definitiva su contenido te había atrapado. Se trataba de capítulos cortos en las que en cada uno una pareja diferente a la anterior exterimentaban sus gustos tabú en el sexo con el otro, siendo malditamente explícitos y atrayentes, consiguiendo que te sumergieras cada vez más con cada párrafo de lujuria plasmada en texto. Desde hace 1 semana que tenías el libro, lo habías comprado pensando en que sería una trama meramente de romance, no te importo mucho indagar más en de que se trataba y supiste que tampoco al que te lo había vendido, porque si le hubiera prestado un poco más de atención a su mercancía y a quién se lo vendía, no estarías cada maldito día entrando de noche a la Biblioteca para leerlo a escondidas, lo ocultabas muy bien allí, al tener habitaciones compartidas con tus otros amigos no era seguro guardarlo bajo el colchón o algún otro lado, optando por solo ser precavida cada vez que te escabullias con intenciones de explorar más esos placeres que hacían tanto retorcer tu estómago y que cerrases las piernas con fuerzas.

Todo iba "bien", te encontrabas indagando por un capítulo en el cual la chica era empujada en un escritorio por su pareja, era tomada del cuello mientras la asfixiaba, gimió, causando que el hombre ejerciera más presión y subiese su otra mano por sus muslos desnudos, diciéndole frases malditamente vulgares, leer eso te hizo instintivamente cerrar los tuyos, fascinada por la idea de pasar por la misma situación, pausando mentalmente tu hora de lectura para mirar un punto cualquiera en el libro mientras que divagabas sobre como él tenía su mano en tu garganta, como Tom Riddle te tenía en la palma de su mano pidiendo más. No lo ibas admitir, claro estaba, pero también sería una mentira si dijieses no sentir nada por ese tipo que te ponía de los nervios con su voz y su físico, no solo eso, por alguna extraña razón también amabas indefinidamente como se burlaba de ti con su propio cuerpo, siempre encontrando los momentos en los que estaban a solas para presionarte contra cualquier pared e intimidarte con cualquier torpe excusa, siquiera sabías como había empezado su enemistad desde un principio, pero ahora ponerte a filosofar sobre eso te importaba una mierda, no te importaba si siempre te molestaba sin alguna razón clara, solo querías tener su puto cuerpo empujando al tuyo como en el libro.

Estando a punto de bajar tu mano entre tus piernas como si Dios te hubiera escuchado, gimoteaste sorprendida cuando alguien gentilmente te tomó del cuello por detrás presionandote lo suficiente para que seas incapaz de voltear el rostro y ver de quién se trataba, aunque tampoco hizo falta, porque su otra mano asomándose por tu derecha te hizo casi automáticamente caer en cuenta por su pálida forma característica, su pulgar apoyado en la hoja del libro, intuiste que lo leía por su forma de acariciar la superficie liza suavemente sin decir nada, casi que infartandote.

"Tom..."

Lo llamaste por su nombre y él solo se quedó estático por unos segundos para luego volver a lo mismo, no podías verlo, pero él no despegaba su mirada de tu lectura, sin saber si era tu imaginación, pensabas que entré más lo hacía, más presionaba tu garganta sintiéndolo clavar su gran mano y fríos dedos. Ibas a hablarle nuevamente pero él se había adelantado.

"¿Con que te gusta está basura?"

Podías escucharlo reír suave pero sombrío, burlándose, normalmente hubieras protestado por más de que no te disgustara, solo para llevarle la contra, pero cuando lo sentiste tomarse más en serio estrangularte, no pudiste reclamarle aunque quisieras, solo logrando soltar un sonido agudo disparado de tu garganta, en serio esa mierda te estaba excitando.

"¿Encuentras placentero lo que estoy haciendo con tu garganta ahora, _____?, que sucio."

Volvió a reír, no sabías si porque él se sentía igual o solo en serio le resultaba raro. Tampoco te dió tiempo a sentirte insegura, él había bajado su cabeza, ahora pudiendo hacer llegar sus palabras a ti con más facilidad que antes, ya que prácticamente rozaba su boca contra tu oreja dejando caer toda su respiración tibia contra ti, a lo cual solo pudiste quedarte atenta a lo que te decía.

" 'Podría usarte como un puto vertedero si quisiera, y solo me dejarías hacerlo, porque solo para esa mierda sirves.' "

Te resultó familiar lo que dijo dado a que básicamente repitió la frase que el chico en el libro había dicho, frase que te había emocionado leer, pero no tanto como escucharlo de Tom diciéndotelo de tan cerca con ese tono tan común de burla, a diferencia de que ya no solo era eso, sino que te dio la impresión de que si bien él no estaba igual de nervioso que tú, se sentía casi igual de excitado por la situación, lo pudiste sentir así cuando te escucho gruñir contra la mano en tu garganta, aunque no lo mirases, sabías perfectamente que eso lo hizo sonreír detrás tuya.

No perdió tiempo para voltear tu silla hacía él sin importale tu peso quedando de cara a ti, llevo de nuevo su mano a tu cuello, lo tenías a él parado frente tuya, mirando hacía abajo para ver tu rostro rojo de los nervios, no sabías cómo alguien se podía ver tan malditamente caliente con su uniforme escolar puesto pero lo hacía. Estaba ligeramente serio y sus ojos parecían alimentarse en su totalidad de los tuyos que parecían anhelarlo, que en efecto lo hacían mientras él usaba su otra mano para acariciar un costado de tu cara, apartando tu pelo. Mimaba de manera gentil tu mejilla, que no contrastaba con la forma en la que te arrebataba el aire entre sus dedos, descendiendo los de tu rostro y llevándolos hasta pasarlos por tus labios, con su pulgar, te dió pequeños golpes en señal de que abrieras la boca. Lo hiciste, él dirigió dos dígitos adentro, rozandolos con tus dientes que a penas lo pinchaban para luego aplanarse contra tu lengua como si te estuviera estudiando.

Intercalaba en verte a los ojos y tu boca que salivaba por él abrasandolo con tu húmedo calor, no pudo evitar sentir que cada minuto que pasaba su erección amenazaba con salir de sus prendas, ansioso por sustituirla por sus dedos, ese pensamiento lo hizo cerrar por un momento los ojos con el ceño levemente fruncido, caliente entre sus pensamientos y la realidad.

"Podría usar tu boca para aliviar el problema que causaste y solo me dejarías hacerlo, ¿verdad?''

Ahora no era solo burla y pena lo que buscaba que sintieses, era más bien como si te lo hubiese pedido porque la dureza en su miembro lo estaba matando, sintiendo que podría morir si no dejarás que usará tu boca sucia para ayudarlo ahora mismo.

Slytherin Boys!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora