Capítulo 7

233 17 1
                                    

Advertencia: este capítulo contiene abuso sexual 

***

Iban andando en pequeños grupos mezclados entre sí hablando de diversos temas cuando por fin llegaron al lugar donde se hacía la fiesta. Cada uno cogió un cubata y se dispersaron por el lugar.

Ambos grupos estuvieron saludando a sus amigos de sus respectivas clases ya que iban a diferentes cursos y carreras y en esa fiesta, había de todo.

La música retumbaba en la sala, mezclándose con risas y el tintineo de copas. La fiesta estaba en su apogeo. Habían llegado en el mejor momento.

Violeta se aferraba a su vaso de Ron-Cola, mirando a través de la multitud hacia Chiara. Su cabello pelirrojo caía en cascada sobre sus hombros, y su expresión era una mezcla de desdén y deseo. Chiara, por su parte, estaba apoyada en una pared, hablando con Ruslana. Sus ojos se encontraron brevemente, y Violeta sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Juanjo se acercó a Violeta, con una copa de a saber qué sustancia.

—Es guapa, ¿eh? —dijo alzando ambas cejas mientras señalaba con su mirada a la menorquina.

Violeta asintió con la cabeza y se mordió el labio inconscientemente. Sin embargo, antes de que Juanjo se girase y la pillase de lleno, sus palabras decidieron contradecir sus actos.

—No es nada del otro mundo —declaró sin despegar su mirada de ella.

—Y por eso llevas mirándola fijamente unos 10 minutos, ¿no? —se rio con sorna el maño mientras giraba los ojos con gracia.

—No sé de qué me hablas —bebió de su copa en un intento de disimulo ante sus mejillas tornándose del color de su pelo.

—Vio, lleváis comiéndoos con la mirada desde que os conocéis. Se nota una tensión extraña entre vosotras. Lo raro es que todavía no la hayáis resuelto —alzó una ceja incrédulo.

Violeta le miró extrañada. Había dicho "lleváis". En plural. Es decir, cosa de dos. Cosa de Chiara y Violeta. O de Violeta y Chiara. ¿Cómo?

—No nos llevamos muy bien —soltó sin darse cuenta por lo alcoholizada que estaba y Juanjo la miró sorprendido.

—Bueno, dicen que del odio al amor hay solo un paso, cariño.

—¿Amor? Por favor, cómo voy a sentir amor por una persona tan arrogante y antipática. Eso solo ocurriría en mis pesadillas —bufó.

Juanjo sonrió y no le llevó la contraria más. Le propuso a la motrileña dejar de actuar como una acosadora y bailar con los demás así que ambos caminaron unos metros hasta encontrar a Bea, Álvaro y Martin bailando.

La canción que se escuchaba terminó y comenzó a sonar una melodía que siempre revolucionaba a todo el mundo. Padam Padam de Kylie Minogue hizo acto de presencia y los gritos y berridos se hicieron oír. La gente se pegó entre sí rozándose y tocándose de más debido a la confianza que se tenían entre ellos, la mayoría amigos. Bea y Álvaro se reían mientras buscaban sus miradas y se manoseaban sin vergüenza. Juanjo reía nervioso ante los acercamientos de Martin y el vizcaíno no paraba de provocarle.

Violeta sintió un cosquilleo en el estómago al sentir unas manos posarse en su cintura las cuales provenían de atrás. No le hizo falta girarse para saber quién era, el perfume de cereza se lo había dicho por adelantado. Sintió su respiración cortarse de golpe cuando esa voz le susurró al oído.

—Quiero pensar que no soy la única que tiene en bucle el final de I kissed a girl —hizo una ligera presión en su cintura mientras seguían bailando.

The Sound Of Your Whispers - KiViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora