Melek. (Imperio Otomano) [Malkocoglu/ Balibey]

ADELANTOS

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- Basta Selim- exclamó Melek furiosa - No te vas a enfrentar a Bayaceto, que quepa en ti la cordura, ambos son hermanos, tienen hijos, su majestad no estará feliz con esto. - Mientras sujetaba a su mellizo por los brazos tratando de impedir que se pusiera su armadura.
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- ¿Que piensas que haces, Nurbanu? - pregunté- ¿Es cierto acaso lo que dice Dafne? ¿Planeas acabar con mi familia, con hijos de Bayaceto, sobrinos míos, aún cuando el Sultán no ha muerto? No eres nadie para ejecutar esa orden. - había hecho las paces conmigo misma de no poder interferir en la decisión de mi padre.- Éramos amigas, Nurbanu, - pausé, intentando razonar- sobre mis sobrinos, los criaré como míos. - juré desesperada porque no corriera más sangre, entendía la razón, pero era injusto para unos niños, sé que no podría cambiar las reglas, al menos no todas.- No serán una amanezca para tu hijo. Balibey y yo los criaremos, nos iremos de ser necesario, solamente por favor, déjalos libres.

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- Príncipe Mustafa, - lo llamé en seco - no le permito que le hable así a mi madre. Tal vez tenga hipnotizado a mis hermanos, pero a mí no. No me gusta que piense que es el heredero a la corona, mis hermanos también son posibles candidatos, al final, el sultán es el único que decidirá el futuro de esta dinastía. - solté con furia contenida, podría ser la más pequeña de las sultanas en el palacio, pero nunca más soportaría escuchar algún reclamo hacia mi madre.
- Cariño, no te preocupes por mi - escuche a mi mamá decir con voz calmada y baja, como si tuviera miedo.
- No mamá, has dedicado tu vida en protegernos, mis hermanos los quieren a ambos, pero tú eres quien me dió la vida, y estoy cansada de que todas las personas te quieran atacar. - confesé mirando fijamente a mi medio hermano. - Todos deben entender aunque no les guste que eres la esposa legítima del sultán Suleiman, el único gobernador, e ir en contra de ti, es estar en contra de mi papá.

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- Sultana Hurrem, déjeme casarme con la sultana Melek y tendrá toda mi lealtad siempre. - suplicó.

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- Se que está mal, que no sientes nada por mi, mi sultana, pero la única forma en que pueda protegerte a ti y a tu familia es si decides casarte conmigo.
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- ¿tú también apoyas a Bayaceto? - susurró Selim mientras Melek lo abrazaba. - No, Selim, no apoyo a nadie en específico, no te confundas, no voy a permitir que nadie te haga daño, voy a defenderte de quien sea, no pienso volver a perder a un hermano, nunca más. - contesté.- Eso no quiere decir que voy a permitir que le hagas algo a Bayaceto. Son hermanos. Madre no estará contenta si algo le pasa a alguno de ustedes dos.

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- No pude salvar a mi hermano, nunca me voy a perdonar el no haber estado con él en la campaña .- lágrimas corrían por mis mejillas.-
- Sultana, le juro que encontraré al culpable.-
- Hazlo, y cuando lo encuentres llévaselo a su majestad y me dirás quién fue, mi propósito será provocarle el mismo daño que esa persona ocasionó a nuestra familia.

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