En el imperio otomano es muy clara la jerarquía que existe.
Si naces en este imperio, formando parte de él, tienes dos opciones.
Al nacer siendo varón y luego convertirte en un hombre, entras a la competencia por el trono, aun cuando tu padre siga en él. Tu madre pelearas con uñas, y dientes, para que sobrevivas. Y algún día, puedas ocupar el trono y ser el siguiente Sultán y no solo el príncipe de la corona. Y por otro lado, ayudas a tu madre a tener más poder en el harem.
Si has nacido siendo una niña, una sultana, puedes ser una debilidad para tu madre, y lo convertirás en uno de sus días más infelices, ya que esto significa que tu madre corre el riesgo del ser olvidada por el Sultán al no haber cumplido con su deber de darle a la dinastía un niño.
Aunque no todo es malo, al final, para tu madre serás una pieza en el juego del poder, te cambiará y venderá al mejor postor para tener más poder político. Aunque eso no significa que serás feliz.
Si tienes suerte de enamorarte en un lugar como lo es el palacio, siendo mujer, tendrás un amor correspondido y podrás elegir con quien deseas casarte, pero si no la tienes solo queda llevarse bien por el bien de ambos.Mi nombre es Melek (Angel), hija de la Sultana Hurrem, y del Sultán Suleiman I.
Y esta es la historia de cómo yo, una sultana de sangre, logró enamorarse y ser feliz en un imperio donde el amor es una debilidad.
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Melek. (Imperio Otomano) [Malkocoglu/ Balibey]
General FictionEntra para leer la sinopsis.