Capitulo 2

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Luna

Desde chica siempre he tenido dinero para gastar. He estudiado en los colegios más prestigiosos y caros del país, para estudiar y ganarme un título en Contabilidad, pero todavía faltan unos meses para la graduación. Siempre fui muy buena con los números y a veces ayudo a mamá con las cuentas y gastos de la casa.

Ella me dijo que cuando fuera lo suficientemente buena y estuviera familiarizada –además de graduada– con el trabajo que realiza la industria mercantil de la mayor empresa en ganancias y calidad del país, la empresa de la familia Mckensin, entonces, y solo entonces, tal vez consiga heredar la empresa familiar.

Vivo con mi madre, Veatriz, los sirvientes –en especial con mi sirvienta personal, Gladis– la cual sabe todo de mi vida –incluso más que yo misma– ya que ella fue más madre que la mía propia pero yo no tengo derecho de hablar sobre lo que no sé. Además está también Joel, el chófer y mi mejor amiga, que pasa más tiempo aquí que en su propia casa, Jessica.

***

¡Pero que día!

Ha sido increíble. Pasamos por unas cuentas tiendas para comprar ropa nueva. Digo "pasamos" porque me acompañó mi mejor amiga Jessica y mi chófer Joel.

Compramos un montón de ropa, maquillaje y accesorios. ¡Fue divertido! Todavía recuerdo la cara de Jessica cuando le dije que iríamos de compras en la mañana:

Jessica, nos vamos de compras. –admito que su cara de sorpresa es muy divertida.

–¡¿Qué?! ¡¿De nuevo?! –uno de sus mechones rubios cae en sus ojos por lo que ella sopla bruscamente para quitarlo varias veces– Joeeee, ¡Qué mechón más molesto! Debería quitarme las mechas. –dice ella con voz chillona de niña pequeña.

–Ni se te ocurra, cachorra de pudul mal pelado. –Digo bromeando, en realidad es muy linda, la verdad es que es un poco tonta a veces, he llegado a pensar  que solo tiene dos neuronas: una en silla de ruedas y la otra empujando.

–Ay, no molestes Luna. –me suelto a reír. –¡No te rías!

–Vale vale, me detengo. –digo limpiando una lágrima inexistente.

–¿Y qué vamos a comprar? ¿Lo mismo de siempre?

Sep.

–¿Ropa de nuevo Luna?

–¿Y qué esperabas?

Joeee, Luna, que siempre es lo mismo. A ver, ¿y ahora por qué vamos a comprar más ropa? ¡Es que ya tienes un montón! Mira no te cabe ni una más en el closet. –dice señalando mi closet reventado en ropa y accesorios.

–Si, pero no tengo la que me voy a comprar.

–¿En serio? ¿Solo por eso? Estas de concha.

–Venga vamos. Que Joel nos va a llevar. Y dale que se nos hace tarde. –Noto el brillo en sus ojos al mencionar ese nombre. Es que, aunque ella no lo sepa ni lo admita, yo sé que le gusta Joel. ¿Y cómo no gustarle? Es un chico guapo, alto, de ojos claros y pelo oscuro, joven y de buena estirpe. Solo que es un chófer pero igual es muy guapo, se le ve genial el uniforme.

Fue una mañana cansada y larga, pero divertida. En todo momento pillaba a Jessica haciéndole ojitos a Joel. Se veía muy chistosa y tierna.

Llegamos a mi casa hace unas horas y nos merendamos unos sándwich de jamón y queso y un jugo natural de naranja.

Tú me diste la vida: Por Segunda VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora