Destino Oscuro.

Capítulo 3.

Selene.

Es medio día y la cabeza me duele menos que antes gracias a las horas de sueño, ahora lo que me está matando es la sed, esto de tomar trae más consecuencias que beneficios.

La cama es super cómoda y quiero quedarme en ella hasta que se termine el día, pero dentro de tres horas tengo que ir a la reunión en el restaurante fuera del hotel.

Esta noche conoceremos a la mujer que nos dará el lugar en el bar, las prácticas también las iniciamos hoy.

Reúno toda mi fuerza para levantarme de la cama e ir al baño; sigo el consejo de Amelia y me tomo mi tiempo en la bañera, cuido mi piel y me relajo con el aroma de los aceites.

Salgo después de un largo rato y comienzo a vestirme optando por un vestido suelto de color verde que me llega hasta las rodillas, el cabello me lo alzo en una coleta alta para no sofocarme con el calor que hace, el maquillaje lo hago sencillo pero no menos bonito, busco unas sandalias que convienen y me pongo los accesorios.

Salgo de mi cuarto encontrando a Amelia con cara de haber salido de una hibernación, y en ese preciso momento me acuerdo de que debía haber vuelto por ellas pero me quedé dormida.

_¿Recién llegas?_ pregunto al ver que sigue con la misma ropa que anoche_.

_No, pero a la mañana nos corrieron de la piscina y como seguíamos sin entender nada nos quedamos a dormir en el sofá de la recepción.

_Ay no, que vergüenza_ me río de la penosa experiencia que tuvieron que pasar_.

_No te rías_ pide seria y eso causa que me ría mucho más fuerte_ tú nos dejaste abandonas.

_Traté de despertarlas pero me dijeron hasta de lo que me iba a morir_ explico_ luego subí por ayuda y no encontré a nadie, y como aun estaba con el alcohol en mi sistema me olvidé de ustedes.

_La próxima vez que me veas tomando te doy permiso de darme una cachetada, odio el día después de una salida.

_Mejor apresúrate en tomar un baño y una pastilla_ le aconsejo_ la reunión es dentro de un rato y va ser importante.

_Está bien_ cansada se dirige a su cuarto_ nos vemos en el restaurante.

Salgo de nuestra habitación y me dirijo al bar del hotel para tomar un café antes de irme; no hay rastro de ninguno de mis amigos por lo que termino la bebida y salgo a caminar.

Las calles están repletas de turistas que se toman fotos frente a los lugares más populares de la ciudad, hay una gran mezcla de idiomas y acentos que son imposibles de comprender por el ruido.

Roma siempre está muy concurrido pero en el verano mucho más, abundan las parejitas caminando tomados de la mano y besándose sin importar quien los esté viendo.

No soy creyente de las relaciones serias, pero me da algo de envidia ver como hay personas que entregan su corazón sin tapujos y sin miedo de salir heridos, realmente son muy valientes; yo por mi parte prefiero que todo sea sin compromisos.

Recorro algunos lugares que hace mucho no visito y se me es imposible no comprar un helado sin importarme que aun no he ingerido nada hoy aparte del café.

Cuando se vuelve la hora de la reunión con el grupo me dirijo hacia el lugar de encuentro, veo a Harry ya sentado en la mesa.

_¿Cómo estás después de anoche ?_ pregunto cuando llego junto a él, tomo asiento en una de las sillas_.

_Fatal, me alegra que el jefe no esté o ya estaríamos buscando nuevos empleos.

_Pero no está, así que no hay de qué preocuparnos.