capítulo 2. Los primeros veinte.

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En el día del Cisma, cuando la tierra tembló y la naturaleza se descontroló, seres del profundo océano emergieron al mar. Cuando Dalsai salió a la superficie, se descubrió que los quimeras, criaturas peligrosas fusionadas de animales que existían en la antigua era, surgían de las propias tierras. La isla requería de seguridad y Shenlong y Lunari no podrían estar presentes para hacerlo.

Los hijos de Shenlong ganaron poderes que ayudarían a proteger y resguardar la isla y a sus habitantes mientras él no pudiese y los hijos de Lunari ayudarían con poderes para mantener la paz y vida con diez fuerzas elementales.

Los diez hijos de cada uno aportaba algo importante y primordial para el avance de esta nueva era, pero el primer hijo e hija de ambos liderarian al ser los primeros en ser elegidos y llevar los primeros genes más fuertes.

Al ser la primera hija de Shenlong, Eleonor recibió la habilidad de la fuerza, control de estrategia y la comunicación telepática, mientras que Matias, su segundo a mano, se le otorgaba el título de líder dentro de el campo de batalla junto a Eleonor dado a su gran fuerza que podía sobrepasar a 7 de los guerreros exceptuando a la primera hija y a Blake, el último hijo.

Yeray proporcionaba un escudo ancestral a los diez guerreros y creaba barreras para proteger la isla de ataques o desastres ambientales.

A Yoko se le proporcionó el poder de la forja de armas especiales. A pesar de que uno de los hijos de Lunari fuese del elemento de hierro, Yoko hacía de estas armas algo más fuertes y especiales ya que siendo tan poco habitantes las armas originales no les serviria lo suficiente como defensa. Maximiliano tenía la habilidad de transportación, habiendo tan pocas personas en una isla la probabilidad de que ocurriera algo en algún punto de las tierras era alta y de esta manera Maximiliano podía dar un punto de apoyo con rapidez antes de que llegaran los demás. Isabella era la hermana de Eleonor, a pesar de no tener una gran fuerza sus dotes de guerrera ayudaban mucho, pero el poder de Isabella iba mucho más allá de la fuerza, su poder de precognición hacía de ella junto con su hermana el mejor equipo para ganar cualquier guerra.

Dante y Mitchell hacían otro segundo dúo perfecto. Dante tenía lo que se decía, la vista del dragón, podía ver a largas distancias con perfecta claridad y en las noches su visión se volvía nocturna mientras que Mitchell pudiendo adaptar su cuerpo tanto en tamaño como en materia cumpliría su misión según la información que Dante le brindaba. Fátima tenía el poder de la arquera, a largas distancias apoyaba a sus compañeros con el arco y junto con las flechas mágicas que forjaba junto con Yoko era la mujer con mejor puntería.

Finalmente, se encontraba Blake. Quien heredó su habilidad de sombra y oscuridad a los tres años después de que su madre lo salvara en una barca llena de mantas, esperando que alguien lo ayudara en un futuro, pero lamentablemente ella no pudo sobrevivir. Eleonor le encontró en la arena de la isla de Dalsai antes de realizar su marcha hasta Lunari. Su poder era increíble dado que lo recibió desde bien joven y pudo practicarlo toda su vida mientras otros ya eran mayores para el poder que tenían, por eso Matias no podía superarlo. Por el día se sumergía en la tierra para atacar sin aviso y por la noche con su poder de sombra era casi imperceptible a la vista cosa que aprovechaba junto su poder de oscuridad.

Un día en el año 2050 el joven Blake de 23 años fue ingerido por la mismísima criatura marina, Leviatán quien intentaba hacer arder toda la isla. Ninguno de sus nueve hermanos de Dalsai supo cómo sobrevivió pero volvió, vivió y trajo consigo el poder del control de la sangre. El poder de alterar la sangre de cualquier ser vivo como para hacerlo morir o de contrario, revivir. Era un poder que Shenlong o Lunari jamás habían visto y a pesar de ser un poder que puede dar muchas oportunidades en una guerra temían que se pudiese llevar por mal camino, pero ninguno de los dos podía hacer nada contra eso hasta que pasara un siglo.

Los poderes de los hijos de Lunari se regían por 10 tipos de elementos: Astral, espiritual, agua, fuego, tierra, aire, metal, hielo, rayo y la zoomancia.

El primer hijo de Lunari fue Ulises quien lideró a sus nueve hermanos con su magia astral. Tenía toda la información y la inteligencia del firmamento. Ulises escribió los primeros escritos para recordar la era anterior al Cisma y el progreso de la Isla, ya que las estrellas le brindaban un gran conocimiento del planeta tierra y los astros. Al darle ese poder, Lunari le enseñó todo lo que no sabía de historia en su vida anterior.

Ulises afirmó que las estrellas le susurran todo, lo que le hacia pensar sobre si mismo que era una farsa ya que él no tenía conocimiento de nada. Los demás hijos de Lunari animaron a Ulises diciéndole que ninguna estrella les susurraba a ellos como a él, ya que era único en el mundo.

La segunda hija fue Yurena que con su poder espiritual era la curandera de los veinte hijos y además se comunicaba con el más allá para obtener consejos de los dioses de la antigua era en el ágora de la ciudad. Yurena, cuando la isla creció en habitantes, a los 70 años inició el culto a Lunari con muchos seguidores a su lado. Sonya y su poder con el agua ayudaba a que las tormentas no fuesen demasiado peligrosas reduciendo el agua o al contrario, aportaba lluvia cuando la isla se encontraba en sequía. Sonya y Maximiliano, hijo de Shenlong, fueron los primeros en crear un vínculo amoroso y gracias a ello nació el primer hijo de Dalsai, James, quien gracias a sus padres obtuvo el poder de ambos. Una gran velocidad y la fuerza del agua. Cuando James creció y ganó fuerza los ataques de criaturas marinas se redujeron en gran medida.

Minerva vivió una situación parecida a Blake, a los cuatro años heredó el poder de la tierra y no llegó sola a la isla ya que Ulises, su padre iba con ella. Su poder era de los más naturales ya que podía cuidar las zonas fértiles y ayudaba a que los materiales como la madera y piedra fuesen más resistentes.

Tsuda con el poder de fuego brindaba luz a la isla y a los puntos más importantes de Zenithial cómo era el Ágora pero también hacía una parte del trabajo de los hijos de Shenlong y es que con el fuego podía controlar ataques de los Quimeras. Estas criaturas salían de la cuevas de las montañas e incluso del escondite de Shenlong, se dice que el propio dragón luchaba contra ellos en su propio hogar pero una vez que los quimeras salían, él ya no podía hacer nada. Tsuda se encargaba de vigilar las zonas más cercanas a las cueva. Los pueblos y ciudades más pequeñas como Guuran y Kyma no estaban nunca desprotegidos gracias a él.

Govert aportaba el poder de los metales haciendo que con sus materiales y su maña los hijos de Shenlong tuviesen las armas iniciales y que las ciudades comenzaran a crecer. Min-Ki tenía la fuerza del aire y con la práctica y mejora lograba mover los objetos con sus ventiscas. Nithan obtuvo el poder del hielo y como Min-Ki tuvo que practicarlo muchas veces para controlarlo y no crear desastres en la ciudad, pero al ser un joven de 18 años con un poder impresionante no podía evitar pasárselo bien de vez en cuando. Una vez maduró y controló su fuerza sorprendió a todos invocando criaturas de hielo o manipulando el clima. Maria trajo el poder del rayo, como Tsuda, Maria daba apoyo en situaciones que se requerían porque su rayo podía caer sobre muchos quimeras en un instante. Un dia, se vio encerrada entre cinco quimeras mientras estaba sola, al no tener total control de sus poder uno de los rayos cayó sobre Matias quien iba en camino a socorrerla dejándole graves heridas, desde entonces Maria trabajó duro con su poder a tal punto que si caía uno sobre un hijo de los veinte le daría más poder unos minutos.

La última hija de Lunari fue Lea con el poder de la zoomancia, de esta manera se comunicaba mentalmente con las criaturas de la isla y los mares pero siempre hubo un problema y esque nunca pudo comunicarse con los quimeras ya que al ser mezclas de otras criaturas sus palabras eran inentendibles. Sus voces se mezclaban según el número de criaturas mezcladas.

La unión de los veintes hijos permitió el desarrollo de la civilización. Las familias y los poderes prisci, los poderes iniciales de los veinte hijos, se mezclaron en las siguientes generaciones. La evolución era rápida y eficaz. Los niños y niñas crecían sanos y con un intelecto tan asombroso que de tal manera, con el paso de las décadas, crearon varias maneras de canalizar sus poderes de diferentes formas ya sea a través de objetos ofensivos como armas u objetos más sencillos como cartas.

Todo hasta el punto de la actualidad, en la vida de Sienna Blythe.

Luces de DalsaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora