Parte 21

45 6 2
                                    


Decirle a Kardia lo del embarazo de Camus había sido un golpe más en la vida de Milo, pero no fue tan duro como lo hubiera imaginado en algún momento de su existencia. El mayor de los hermanos Onasis, pidió a los jóvenes que se sinceraran con la familia Verseau, pues ellos habían sido muy amables y correctos, además de ser buenas personas por lo que comenta su padre Aeneas, por consiguiente, Milo y Camus tuvieron que enfrentar solos a Evan e Irina, los cuales se sorprendieron al descubrir que su pequeño e inteligente Camus había mantenido relaciones sexuales y producto de dicha relación nacería un nuevo miembro en la familia. Y fuera de todos pronósticos, lo aceptaron bien, pero no pudieron evitar pedirles que no abandonaran sus estudios, solo le faltaba un año y medio para terminarlos y tenían que poner todas las ganas en ello.
Milo quería seguir estudiando luego de la secundaria, él deseaba ser escritor y Dégel estaba de acuerdo con ello. Mientras que Camus, ansiaba ser maestro de literatura como Dégel, otra cosa que el galo estaba de acuerdo. Ambos chicos tenían un talento natural para las letras, y le parecía un poco decepcionante que se tuvieran que hacer cargo de una vida siendo tan jóvenes y con tanto potencial.

El cumpleaños de Brendan pasó entonces esa noche, los juegos eran divertidos aunque la mayoría para niños pequeños. Brendan invitó a varios amigos, pero apenas fueron los de la palma de una mano e ignoraron al pequeño, pero a este no le interesó en absoluto la compañía de sus compañeritos de clase, él estaba muy feliz jugando con Milo y Camus, a veces con Itia e incluso Kardia no dejaba de hacerle avioncito. Esto era observado por Dégel, quien sonríe al darse cuenta que Kardia sería un excelente padre si se tuviera autoconfianza.

Pasaron los meses y con ellos, el galo, planificaba no solo las evaluaciones que tomaría a sus alumnos, sino también su casamiento con Kardia para noviembre de ese mismo año. Las revistas de bodas abundaban en el día a día, viendo flores, decorado, telas, el banquete, el pastel de bodas —que a pesar de hacerse cargo Kardia, aun así necesitaba un modelo— y por su puesto el traje que usaría para ese día especial.
Era lunes por la mañana, los chicos se encontraban haciendo la evaluación mientras Dégel hojeaba una revista sobre decoraciones en salones. De vez en cuando levantaba la mirada para ver que sus alumno no se copiaran, pero eran buenos niños. Al tocar el timbre, todos se levantaron dispuestos a marcharse, entregaron las hojas y salieron, saludando a su profesor con afecto.

—¡Camus! —exclamó Aioria—. Estás inflado ¿cuándo pasó? —preguntó el muchacho sorprendido.

—De un momento al otro se me infló demasiado —el pelirrojo, quien ya cursaba el quinto mes de embarazo, acarició su vientre con mucho cuidado.

—¿Ya sabes si será niña o niño? —preguntó Afrodita, Deathmask no parece muy entusiasmado a su lado, pero aun así escucha atentamente.

—Niño —comentó, Milo abraza a Camus por los hombros—. En la última visita al médico me dijeron que podía saber el sexo, quise saberlo para preparar el cuarto.

—¿Dónde se van a vivir? —preguntó Shaka.

—A la casa de los Onasis, cuando nazca el bebé de Krest, este se mudará a la casa Onasis y Kardia irá a la de Dégel, por lo tanto habrá una habitación vacía para el bebé —comentó Milo acariciando suavemente el vientre donde está su hijo.

—¿Y han pensado nombres? —preguntó emocionado Mu—. Yo tengo varios, si es que quieren saber, por ejemplo Kiki....y....

—No, gracias —detuvo Milo—. Ya tenemos pensado nombrarlo Isaac.

—¿Isaac? ¿Qué significa Isaac? —preguntó Aioria a Camus, quien seguramente era el que propuso ese extraño nombre.

—Significa 'el que hace reír', por eso me gustó mucho el nombre —comentó, Aioria alza los hombros.

El anilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora