Final del 1° Capitulo

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El caballo corría lo más que podía; mi pecho dolía, mi cuerpo y entrepierna también.

Ahora estaba sola, mi madre había muerto, mis hermanos y padre también.

¿Que pasaría conmigo?

¿Eso será también mi destino?

¿A dónde iré?

¿A dónde me dirijo?

¿Que comeré?

¿Dónde dormiré?

Las preguntas daban vueltas en mi cabeza sin detenerse.

Tenía mucho miedo.

No supe en que momento había llegado a un pequeño pueblo, las personas me miraban con caras de horror y las entendía; estaba llena de sangre y sucia por el desgraciado de Víctor.

Una señora de avanzada edad se me acerca y detengo el caballo. Sus ojos de eran de un marrón oscuro, pero su sonrisa me pareció cálida por unos segundos.

ragazza (muchacha), ¿a dónde vas? — pregunto amablemente.

— lejos de silicia — susurré

— ¿en ese estado? — me encojo de hombros

— Ven conmigo te llevaré a mi casa, allí puedes limpiarte y cambiarte de ropa

— no puedo detenerme señora

— vamos niña — decido seguirla.

Llegamos a una casa muy viejita rodeada de distintas flores y árboles. Al bajar de mi caballo, la señora me detalla de pies a cabeza.

— cielos... Se ve que has pasado por mucho — y sí, era demasiado para mí, y para cualquiera que pasara por esto — entremos

Entramos a la casa y le seguí por los pasillos hasta llegar a una habitación, la señora entra y sale con ropa en manos.

— estoy segura que te quedara bien, mi hija era de su contextura — sonríe

— y dónde está ella

— mi hija murió hace años atrás — asiento — el baño está al fondo del pasillo.

Entro y empiezo a desvestirme, necesitaba dejar de estar sucia.

Después del baño y de cambiarme la señora hizo que cenará en la mesa con ella.

No paraba de contarme de su hija, que era una chica hermosa como yo, y que a pesar de no tener una vida llena de felicidad, ella siempre llevaba una gran sonrisa en su rostro.

Luego de eso no dijo nada más por unos minutos.

— ¿A donde te diriges?

— le dije que iba lejos de silicia

— ya no estás en silicia ragazza, ¿lo sabías? — niego con la cabeza — tienes un mapa

— no tengo nada, salí huyendo

— ¿De que?

— no le puedo decir señora — me levanto — le agradezco la comida, ropa y baño es muy amable

— espera, tengo algo que darte —  se acerca a una pequeña mesa y saca de esta un mapa y me lo entrega — esto te servirá, lo que está en rojo es porque son zonas peligrosas, ya sabes por la mafia — siento — y si huyes de ellos lo mejor es que salgas de italia, tienen gente en todos lados.

— muchas gracias.

Salí de la casa de aquella amable señora, me monte en el caballo y rápidamente nos alejamos de aquel pueblo.

DafnéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora