Capítulo dos

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Cerré los ojos dejando que Delfina hacer el eyeliner del ojo derecho. Ya me encontraba vestida y había ido hasta tu casa a que me maquillase.

No me gustaba maquillarme, pero hoy había decidido hacerme algo natural porque la ocasión lo merecía. Ósea, aunque no fuese la graduación era un día importante.

Mi UPD.

Por eso, Delfina, quién sí sabía maquillarse había accedido a ayudarme. Su UPD todavía no había sido por lo que, según ella, quería sentir las vibras de fiesta.

— Ya está. A ver, levantate —me cogió de las manos para levantarme y que pudiese verme en el espejo del baño—. Viste, re diosa.

— Gracias —sonreí.

— ¿'Tas nerviosa?

— Un poco —admití—. Tengo ganas.

— Tenes que tenerlas. Vos solo disfruta y contame todo. Si te comes a alguno, me lo decís, si te caes, me lo decís, si a alguien le da un coma, me lo decís...

Reí levemente— Te lo contaré todo.

— Eso espero —sonrió y sin previo aviso me besó en la boca como hacía siempre—. Dale, primer beso de la noche. A ver cuántos más caen.

Reí— Creo que ninguno más.

— Yo creo que un par.

Hice una mueca graciosa y me envolvió en sus brazos como despedida.

— Dale, vete rápido. No queres llegar tarde.

Me despedí de sus padres y de su hermano pequeño quienes me desearon una feliz noche.

— Disfruta mucho Adri. Tene' un lindo UPD.

— Gracias —fue lo último que dije antes de dirigirme hacia el punto de encuentro dónde habíamos quedado mis amigas y yo.

[...]

— ¡Esa wacha! —gritó Male—. Apurate que no llegamos.

— ¡Vooy! —grité acelerando el paso hasta ellas.

Abracé a las tres con fuerza. En mi interior se acumulaba una mezcla de sentimientos que iban desde las ansias hasta los nervios. Sinceramente, no tenía la menor idea de que me depararía la noche de hoy y tenía muchas ganas de averiguarlo.

Entre risas y temas sacados de onda nos fuimos acercando al lugar de encuentro. Se trataba de un local lo suficientemente grande para albergarnos a todos, que contaba con un jardín. Además, se situaba algo alejado de la multitud para poder vagar a nuestro aire, y poner la musica tan alto como quisiéramos sin molestar a nadie.

Para cuando llegamos al meollo, ya se hallaban allí casi todos mis compañeros. Saludé a aquellos con quiénes tenía más confianza antes de acercarme a la barra casera para agarrar algo de tomar.

Peke era quién se encontraba en ese momento allí, y al verme sonrió antes de preguntar.

— Che, Adri, ¿vos queres algo?

— Sí, vodka con kas porfis.

El pelirrojo asintió para ponerse a preparar la mezcla mientras sacaba tema de conversación para no instalarlos en un silencio, algo aparentemente imposible en el ambiente en el que estábamos.

La canción de "La loto" era la que se escuchaba en el gran altavoz. Observé que en el patio se había formado una especie de pista de baile donde se hallaban parte de las chicas restregándose unas con otras.

Para cuando el chico me tendió la bebida me acerqué hasta donde se posicionaban mis amigas, pero en el momento que iba a alcanzarlas Morena me interceptó.

PROMO XXIVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora