5- Inicio del contrato

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—Hola, te has comunicado con la línea de amigos más grande...

—Quiero hablar con No Name.

—Lo lamento, esa opción ya no se encuentra disponible— respondió Isabel.

—Buen día, te has comunicado con...

—¿Y No Name dónde está?

—No Name ya no se encuentra disponible— informó Farlan.

—¡Quiero a No Name de regreso ahora!

Las llamadas no cesaron por horas, por varios días, una tras otra. Isabel apenas podía respirar antes de responder otra llamada. Farlan parecía que en cualquier momento se quedaría sin voz ante tanta presión. Usualmente habían podido lidiar con el trabajo sucio y entretener a los clientes con sus promiscuos relatos eróticos, pero desde la partida de Levi, todo había cambiado.

—¿Dónde estás Levi?— se quejó Farlan en voz alta, antes de responder una nueva llamada.

—Hola, bienvenido a amigos en línea...— Isabel aceptó una nueva llamada.

—¡Necesito a una ambulancia, creo que voy a tener a mi bebé!

—Lo que faltaba. Señora, éste no es el número de emergencias— Isabel la regañó.

—Pero No Name me ayudó con mi parto anterior. Él es una buena persona, no como tú.

Isabel perdió la paciencia y aunque estuviera prohibido, finalizó la llamada para luego quitarse los audífonos inalámbricos y arrojarlos contra la mesa por completo irritada.




***




Hanji arrancó el motor y partió con rumbo desconocido. Ella no sabía a ciencia cierta hacia donde debía ir para descargar sus confusas emociones, pero de pronto recordó algo que la hizo sonreír y a la vez la hizo sentirse nostálgica.

La playa en apariencia era solitaria, hasta que Hanji se dio cuenta que no era la única visitante. A la distancia podía ver una conocida silueta sentado sobre la arena, a pesar del frío. Por un momento no supo qué hacer, pero Levi seguía contemplando en dirección al horizonte y no la vio. Ella se bajó del auto y sorprendió al que solía ser su guardaespaldas, sentándose a su lado en la arena.

Levi no dijo nada al verla aparecer de forma inesperada, y sus ojos de matices grises como azulados, seguían profundamente perdidos en algún lugar del horizonte.

—Lo siento por no ser tan lista y no darme cuenta que tú eras con quién hablé todo este tiempo— Hanji sonrió con tristeza.

—Esto es ridículo y patético— replicó Levi con cierto recelo y sin mirarla aún.

—Yo no pienso que seas patético— opinó de pronto Hanji con intensa sinceridad.

—¿Qué es lo que pretendes?

—No seas orgulloso, también podría invitarte a cenar o al cine si tú quisieras. La verdad es que me pone caliente un poco cuando te haces el difícil, pero está bien. Sé que no nos conocemos, pero me agrada hablar contigo.

Luces en tu sombra [Levihan/Historia completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora