Capítulo 5

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______ no llamó esa noche, ni a la mañana siguiente. Pero a última hora de la tarde, mientras Katie se enfrentaba al tráfico de la hora punta de camino a casa, sonó el teléfono:

Número Desconocido.

-Hola.

-¿Cómo estás?

-Bien. Hace tiempo que no sé nada de ti. Me preguntaba si me habías dejado -dijo medio en broma.

-Oh, no tienes que preocuparte por eso.

-¿En serio?

-Sí...

Otra de las pausas reflexivas de ______, de esas que dejaban a Katie preguntándose qué estaría haciendo allí su amiga telefonica.

-¿Todo... bien?

-¿Qué? Oh, sí. Tuve un par de bajas por enfermedad y tuve que hacer algunos turnos extra.

-Oh. Lo siento.

-Hora y media.

-Bien, eso es bueno.

-¿Alguna otra gran cita?

-Mañana por la noche.

-Oooh. ¿Me necesitas para una emergencia de niñera? -Katie soltó una risita.

-Nah. He estado hablando con Mike un rato. Creo que estaremos bien.

De repente, un auto gris se metió en su carril, cortándole el paso y obligándola a frenar en seco.

-Hey, maldito!

-¿Qué?

-Tú no, ______ -se disculpó. -Este idiota delante de mí.

-Oh, ¿tú estás conduciendo? Mejor te dejo.

-¿Hablamos mañana?

-Tengo que llegar muy temprano. Llamaré mañana por la noche. Tal vez después de tu cita. Adiós.

-O podrías darme tu número... -pero su amiga ya había colgado.

******

Jueves por la noche. Katie abrió la puerta, agradecida de estar en casa tras su último fracaso embarazoso. Se dirigió directamente a la nevera, donde tenía un quinto de vodka con sabor a mango en el congelador. Le quitó el tapón y bebió directamente de la botella. El alcohol no se congelaba, pero el vodka tenía una viscosidad casi gelatinosa. Le entumeció ligeramente la lengua.

Bebió un segundo trago antes de dirigirse a su dormitorio y despojarse del vestido skater, sacando una camiseta extragrande y un pantalón de chándal deportivo.

Número Desconocido -Su teléfono emitió una abrupta señal.

-Sí, ¿dónde estabas cuando te necesitaba? -se rió en dirección al teléfono, antes de recordarse a sí misma que había pasado la oferta de ______ para establecer una llamada de "rescate".

-Hola.

-¿Cómo estuvo tu cita?

-No quiero hablar de ello -declaró Katie.

-Vaya. ¿Así de bien?

-¿Qué tal tu día?

-Largo -suspiró ______. -Me alegro de estar relajándome con una bebida.

-¿Sí? ¿Qué bebes?

-Esta noche tengo vodka.  

Sonriendo, Katie jugueteó con el cuello aún frío de la botella que tenía a su lado.

Número Desconocido || Adaptación Katie McGrath y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora