Just the way you are ❤️

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Era sorprendente como "Onigiri Miya" abrió en un par meses y ya era uno de los restaurantes más concurridos de la zona.

A diario estallaba de comensales y Osamu no podía estar más feliz con ello. Pero sin la ayuda de Rintarō, definitivamente no lo hubiera podido lograr. Su acuerdo el cual incluía tocar en su restaurante a cambio de onigiris gratis y su presencia cada viernes en el Velvet había dado frutos. No solo por el éxito de Onigiri Miya, sino también por su creciente amistad.

Ahora dedicaba únicamente a ser gerente, aunque de vez en cuando metía la mano dentro de la cocina. Sin embargo, aquel día estaba más distraído que de costumbre. Después de días, Suna se presentaría en Onigiri Miya.

"Falta poco para que venga, me pregunto qué querrá comer... quizás pueda prepararle sus onigiris favoritos..." pensaba mientras picaba algunos vegetales. "¡No! Que tonto, quizás ya comió... debería hacer una cena grande. Si, eso quizás le podría gus-"

¡Auch!— exclamó con dolor, bajó la mirada al sentir la punzada y ardor, se cortó el dedo superficialmente. Nada grave, pero el líquido rojo le hizo cambiar de cara. —Mierda.

—¡Jefe!— se acercó a el un muchacho practicante y tomó toallas de papel para detener el sangrado. —¿Está usted bien?

—Todo bien Katsuki-kun, sólo arde un poco. Ya sabes, los cortes y quemaduras son parte de nuestro oficio. — dijo Osamu tratando de mantener la calma. —Es el pan de cada día.

El jovencito arqueó una ceja mientras llevaba la mano de su jefe al lavatorio y le proporcionaba banditas. —Pues... si, pero lo he notado balbuceando desde hace rato. Estaba distraído ¿verdad?

El peligris estalló en rubor.

"¿Tan obvio soy?"

Frunció en ceño.

Tienes razón, que tonto.— le sonrió. —Ya está, sería bueno que les deje la cocina a ustedes. Por favor, los quiero en juliana.— dijo señalando los vegetales.

De inmediato.

Entonces Osamu salió de aquella estación y se dirigió cerca de la registradora para observar su restaurante.

"¿En qué demonios estoy pensando? No debería distraerme en la cocina, y todo por pensar en el..." negó repetidas veces. "Primero Tsumu diciendo que le gusto... y ahora Tendō y Fukunaga. ¡Ugh! De sólo pensar en el, mi dedo salió herido. Todo es una tontería, coquetea conmigo porque así es su personalidad, obvio que no es personal."

Pero entonces la puerta trasera del establecimiento sonó e inconscientemente supo que Rin arribó al restaurante.

Sonrió y fue de inmediato a la parte trasera de la cocina. Y ahí estaba, con mascarilla, gorro y lentes. Lucía buen vestir, como siempre, y traía una mochila junto a su estuche de guitarra.

¿Hmmm? ¿Vienes a decirme "bienvenido a casa", Chefcito?— dijo sonriéndole de lado y guiñándole.

Obviamente, Osamu era fácil de ofuscar. Sobre todo porque eso era exactamente lo que iba a hacer.

Estás de buen humor por lo que veo. — dijo luego de saludarle y ayudarle con sus cosas. —Normalmente llegas antes, ¿qué paso?

Un Onigiri Para Quedarse [OSASUNA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora