Cazador Cazado

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25 de agosto de 1914, 5 días después de la invasión a Bruselas. Campamento Franco. 11:36pm

No aguanto -pensó- ya no más, los recuerdos, el odio, la tristeza, el dolor, es mucho, mucho para cualquier persona. La destruye por dentro, la hace sufrir. Sí -piensa- hubiera sido mejor quedarme en el suelo en ese momento... morir, sin sufrir, sin recuerdos que cargar hasta mi tumba el día que me impacte una... ¡No! Viví por mamá, por ella, para hacer que su memoria, su muerte no fuera en vano, ¡ya estoy harto! ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasar esto? Esta guerra...

La granja, quemada y destruida. La casa, quemada, saqueada, violada en todo su interior. Los animales, asesinados y confiscados por el ejército. El pueblo, masacrado, fusilado. Las mujeres, robadas, violadas, esclavizadas. Mis padres... mi madre, mi padre... Yo...

-Cálmate Michael... Ya todo pasó.

-¿Eh? ¿Quién...?

-¿Qué? Soy yo viejo...

-Pierre... ¿No puedes dormir?

-Yo... no -cortó por un momento, viendo al suelo, triste, y... sí una lagrima calló- No puedo dejar de recordar...

-¿Tú tampoco eh...?

-Sí, es... difícil -dijo Pierre sentándose en su litera de abajo, Michael le gustaba estar en el suelo, para ser el primero en levantarse y salir para que ninguno de sus compañeros vieran sus ojos... Esos ojos de una persona desvelada, llorando... Destruida-. ¡Vamos hombre! Sécate esas lágrimas, odio verte así... Sé que lo sabes, te escucho por las noches.

-Yo... lo siento Pierre, no es tu culpa. Simplemente no puedo dejar de sufrir, esos ojos. Mi... mi, mi madre... mi familia.

-Todos sufrimos... -dijo sacando un cigarrillo de su bolsillo y encendiéndolo mientras fijaba su mirada perdida al techo- Sé que has sufrido amigo... Pero por si no te has dado cuenta todos aquí estamos devastados... Nos enlistamos para defender nuestro país y defender a nuestras familias, a las familias de todos, del anciano, del cocinero que nos da la comida... hasta la familia del niño durmiendo en la ciudad, destruida, hambriento... Esta guerra es una verdadera mierda.

-Sí... Por lo menos le diste tu comida a ese niño... Eres una buena persona, Pierre.

-Hay que ser buenas personas maldición... todos somos hermanos en esta porquería de esfera que llamamos mundo.

-Vaya -dijo Michael con una sonrisa de par en par, alegre, nadie había visto esa sonrisa desde que llegó a la unidad... Tenía un amigo, un buen amigo-. ¿Quién dijo que no podías tener buen corazón? Hasta un mal hablado como tú puede ser blando por dentro.

-¡Ja! Cállate imbécil... Todos sufrimos esta guerra. Escucha... todos tenemos historias horribles desde que empezó toda esta mier... porquería... todos aguantamos las manzanas de la garganta cuando quieren saltar de depresión al acostarnos en nuestras camas...

-Pierre...

-Me estoy poniendo sentimental... Sólo entiende idiota... no estás solo, ya no más. Deja de llorar, sécate esos ojos, duerme, levántate en la mañana... toma tu rifle y practica.

-Yo... necesitamos ganar esta guerra... a como dé lugar.

-Lo sé, lo sé viejo.

-Gracias por apoyarme Pierre...

-¡Hey! ¿Para qué están los amigos? ¡Ahora duerme tonto! Te llevaré en la mañana a cazar unos malditos venados que se están acercando al campamento.

-Está bien... Dormiré un poco.

-Escucha Michael -dijo levantándose y poniéndole la mano en el hombro-. Sé que no olvidarás nada, nada de eso se olvida... pero, tienes que superarlo, por ellos, tomar tu arma y defender a tu país.

Corazón De AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora