Historias Harco

Guerra

Aclaraciones:
Harry y Draco, se conocen hace tiempo, hicieron un tipo de "tregua", pero empezaron a desarrollar una relación amorosa, que no formalizaron.

Hogwarts|Batalla Final
Promesas

La noche caía pesadamente sobre el castillo de Hogwarts, un manto de estrellas apenas visible entre los escombros y las sombras que dejaba la guerra. En un rincón aislado de lo que quedaba de la sala de los Menesteres, Harry y Draco se encontraban por accidente, mientras ambos buscaban refugio o quizás algo que los ayudara en la batalla que se libraba afuera.

Draco estaba apoyado contra una de las paredes semiderruidas, con la mirada perdida en un punto indefinido, su varita colgando laxa entre sus dedos. Al escuchar pasos, levantó la vista y su expresión cambió de sorpresa a resignación al ver a Harry acercándose cautelosamente.

Harry, con la frente perlada de sudor y las ropas manchadas de polvo y sangre, sostuvo la mirada de Draco. Había una pausa cargada de todo lo no dicho a lo largo de los años, una mezcla de recelo y necesidad mutua.

"¿Estás herido?" fue lo primero que Harry logró decir, su voz más suave de lo que hubiera querido.

Draco negó con la cabeza, una sonrisa amarga asomándose en sus labios. "No físicamente", respondió, y por alguna razón.

Harry dio un paso adelante, cerrando la distancia. "Draco, yo... Yo no sé qué va a pasar después de todo esto", empezó, su voz temblorosa.

"No pienses en el después, Harry", Draco interrumpió, su tono más firme de lo esperado. Se enderezó y, por un instante, parecía el muchacho orgulloso y seguro de sí mismo que había sido años atrás. "Ahora mismo, es lo único que tenemos."

Había una verdad cruda en sus palabras, una verdad que resonaba con el dolor y la esperanza entremezclados en el aire pesado alrededor de ellos. Draco dio un paso hacia Harry, cerrando aún más la distancia. "Si salimos de esta, Potter", dijo con un destello desafiante en los ojos, "Prométeme que esto no será solo una tregua en medio del caos."

Harry asintió, el corazón golpeando con fuerza contra su pecho. "Te lo prometo", dijo, y era más una promesa a sí mismo que al rubio frente a el.

Por un momento, solo estaban ellos, el mundo exterior desvaneciéndose en un segundo plano. Draco alcanzó a tocar el rostro de Harry, sus dedos trazando las líneas de cansancio y determinación que marcaban su piel. Y entonces, en ese instante suspendido, se inclinó hacia delante y sus labios se encontraron en un beso que selló promesas y desafíos por igual. Había sido igual que su primer beso, lleno de amor, y paz.

El tiempo pareció detenerse, la guerra afuera quedando muda ante el susurro de un vínculo que, a pesar de todo, se atrevía a surgir entre las ruinas. Cuando finalmente se separaron, fue con la certeza de que, sin importar qué trajera el amanecer, esa noche habían encontrado algo inquebrantable.

"Sea lo que sea que nos depare el futuro, no lo enfrentaremos solos", murmuró Harry, y Draco asintió, ambos sabiendo que, más allá del amor o el odio, lo que habían compartido esa noche era un refugio momentáneo pero eterno en sus memorias.

Los distantes estallidos y el crujir de la magia en conflicto llenaban el aire con una tensión ineludible.

"Deberíamos volver", dijo Harry al final, su voz un susurro entre los ecos de la batalla. No quería irse, cada fibra de su ser gritaba por quedarse allí, en ese oasis improbable con Draco, pero sabía que no podían.

Draco asintió, pasando su mano por su cabello en un gesto de resignación. "Sí, supongo que no podemos escondernos para siempre". Aunque había un matiz de broma en sus palabras, sus ojos reflejaban el mismo pesar que sentía Harry.