Capítulo 3

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Silvia

Estos dos me volvieron tan loca ayer que me daban ganas de salir corriendo o darles una abofeteada, se pusieron histéricos sólo porque me dieron un beso en la mejilla pero como son tan ingenuos no se dieron cuenta que el chico tenia sólo catorce años, Derek y Matt me hicieron unas de esas escenas que cada persona que pasaba por nuestro lado se reía al igual que mi querida amiga, no los culpo porque en realidad fue graciosa la escena. Estoy feliz porque Derek volvió y eso que no nos vimos desde que se fue pero no fue la misma cosa que Matt porque yo con Derek guardamos contacto pero el muy imbécile no me dijo que vendría ayer.

-Señorita Rothschild deje de soñar despierta.-salgo de mis pensamientos para ver la maestra de francés que por cierto siento que habla con su acento.-Dígame como se dice en francés, Disculpe pero me costó prestar atención.-esta maestra es tan hecha la grande pero no sabe quien soy o más bien quien es mi familia.

-Excusez - moi mais ça m'a coûté prêter attention.-lo digo con fluidez que ella se queda con la boca muy abierta.

La maestra Deschamps sigue con sus clases, se ve que es nueva pero no me importa porque la directora debió decirle quien era yo o más bien porque era tan importante cosa que odio mucho, porque sin importar el dinero sólo seríamos normales y eso mis padres lo tienen claro, mi madre es una persona muy ocupada que siempre para ocupada de casos muy importante porque es abogada, ella es castaña de ojos avellanas y tiene un cuerpo muy bien entrenado, mi padre por su parte es un empresario muy importante que al igual que mi madre cuido su línea, mi papa tiene mis ojos, ambos tienen cuarenta cinco años.

-Silvia vamos que tenemos nuestra última clase.-mierda ni cuenta me di que habíamos terminado las clases.

-Claro.-digo tomando mis cosas para salir del aula.

Ana está en la misma clase que yo y ahora nos toca música la materia que más amo, nuestros uniformes son muy estúpidos pero que más da, mis padres y los de Ana dijeron que era mejor para que así ningún hombre nos mire pero no pensaron que también les gustaba los uniformes. Cuando entramos en el aula de música todos me miran, no soy popular pero gracias a mi familia y a los rumores de que el capitán de fútbol americano me robó un beso. Me siento en mi lugar para esperar la maestra, Jake entra con un amigo y que no sea lo que pienso por favor.

-Silvia al fin te encontré.-si es eso.

-Jake Hola.-respondo con una sonrisa.

-Hola Ana.-saluda a mi amiga pero ni que sea la mira.-Di Rothschild.-dijo mi mirada hacia Jake.-Te gustaría salir conmigo para tomar algo.-mierda creo que me volveré monja unos de estos días.

-Lo siento Thompson pero mis padres me esperan en casa.-este sólo me sonríe pero no miento.

-No importa espero poder tomar algo contigo.-jamás pensé que Jake estuviera detrás mío.

-Que tal si mañana nos vemos por esa cita.-me daba pena ver como se esforzaba.

Este me sonríe para luego mirar al frente, nunca pensé que el quarterback se interesaría en mí y eso que no soy tan bonita, tal ves él sólo se fija en mi porque soy la hija del gran empresario. Las clases fueron tan lentas para mí pero al terminar salgo con mi amiga que jala del brazo para que la siga, estoy segura que la detective Ana me dirá algo pero que importa si ya estoy acostumbrada.

-Bien aquí nadie no va a interrumpir.-claro quien te sacaría del baño y eso que esta es uno con alguien.-Estás interesada en él.-pero es una pregunta o no.

-Claro que no.-mi amiga no lo cree porque me sonríe.

-Sí y yo soy el Papa.-la miró desde abajo para arriba pero no veo la comparación.-Bueno vamos que tu chófer te espera y mi querido hermano quiso venir.-salimos del baño caminando y hablando.-Me preguntó porque quiso venir él y no mi chófer.-si mi amiga como siempre tan periodista.

-Yo también me preguntó.-claro que conocía la respuesta pero no importa ya.

Ana y yo salimos del colegio para ver a un grupo de chicas alrededor de un carro y estoy cien por ciento segura que es Matt, avanzamos un poco para ver a un Matt super guapo con sus pantalón azul que le apreta el culo, una camiseta de batman negra y sus botines militar que le hacen ver tan malo y rudo a la vez.

-Chicas me permiten.-el idiota baja sus lentes de sol para mirarnos.-Hermanita.-saluda su hermana con un abrazo.-Silvia.-se acerca para hacer lo mismo pero yo doy un paso atrás.

-Bueno me voy Ana.-me despido de mi amiga para dirigirme al coche de mi chófer.

-Te llevo...

-No gracias porque tengo alguien que lo hará.-camino hasta estar frente a mi querido Mark que es muy amable y me entiende en todo.

-Buen día a lo que veo.-Mark me abre la puerta pero sé que dice lo contrario

-Sí que lo es.-respondo cuando entra, mi chófer se ríe como loco.

-Sus padres están tan feliz aunque enojado porque no dio su examen ayer.-mierda olvide completamente eso pero les diría que me sentía mal y que Ana me acompañó al hospital.

-Entonces me preparó.-acomodo mi corbata y todo para estar preparada al linchamiento.

El trayecto fue muy cómodo porque mi querido chófer me decía siempre que debería tener cuidado la próxima vez, Mark es un mayordomo de cincuenta años, no es gordo al contrario tiene un buen físico que diría que se parece mucho a Rambo, me cuida desde que tengo memoria. Miro por la ventana y veo mi imensa casa que en la reja está escrito mansión Rothschild nos adentramos en la casa que está muy segura, Mark para el auto para abrirme la puerta y acompañarme adentro, sulevo los ojos y lo que veo no me agrada porque mi juicio final llegó hoy.

-Señorita espero que tengas una buena explicación por lo de ayer.-claro que lo tengo pero espero que funcione.

-Verás mamá.-pongo una carita de niña.-Ayer no me sentí bien entonces Ana y su hermano...

-Matthew está aquí.-ni que sea me dejó terminar que salió para el despacho de mi padre pero como soy una buena niña la sigo.-Cariño el pequeño lobito llegó.-dice muy emocionada.

-Hay que invitarlos.-pero si apenas en dos días invitamos la familia Salvatore.

-Por supuesto que hay que hacerlo mi amor.-pero no saben que me encuentro en la sala.

-Voy a llamarlos.-mi padre marca el número de los Salvatore.-Philip amigo... Si sabes que te adoro más que todo... Claro que si sonso... Por supuesto que está aquí...Te quería invitar para cenar en mi casa... Claro no hay problema...-mi padre cuelga para mirar mi madre y a mi.-Dijo que vendrá de aquí cinco días porque está muy ocupado pero que te manda muchos besos mi niña y a ti me dijo que Amanda te quiere ver.-mierda cuando las dos se juntan es charla y más charla.

Mi padre sonríe y para mi es momento de salir en silencio porque sino lo hago pienso que voy a morir como Golliat, salgo lentamente del despacho para subir las escaleras y correr a mi habitación, cierro la puerta y me dejo caer en la cama, mis padres siempre fueron amigos de los Gibson y Salvatore que por eso somos amigos desde niños. En realidad nunca nos preguntamos porque somos amigos pero fue genial tener amigos desde niño, aún recuerdo las charlas de mis padres y como que le gustaría que sus hijos estuvieran siempre juntos.

No sé porqué tengo la necesidad de estar con ese estúpido pero cada vez que me sonríe siento que mi corazón late mil por hora pero no puedo enamorarme de él; no debo hacerlo porque él y yo somos tan diferentes y más que todos tenemos sueños muy diferentes que si estamos juntos estos deseos nos separarán así que mejor debo pasar a otra cosa y Jake me ayudará a hacerlo.

-Lo siento corazón pero las cosas las decide mi cabeza y no tú.-digo metiendo mi mano al pecho.

Es una buena cosa y más que todo es una decisión que no nos lastimará a ninguno de los dos, al veces es mejor renunciar que luchar.

Mi Novio Es Un ModeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora