Capítulo 8

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Matt

Me sentí tan vacío cuando se fue sin decirme que podía tener una oportunidad, me dolía ver que la mujer que amaba tanto estaba a distancia de las estrellas; Silvia era mi todo y eso lo tenía más que claro pero ella pensaba que era un juego, ese día salí muy triste de su casa menos mal que nadie me vio sólo su gemelo que me dijo que si la lastimaba no pensaría que fuera su amigo, lo tomé muy en claro pero jamás me atrevería a cometer dos veces el mismo error porque uno se da cuenta del valor que tiene esa persona cuando la pierde y a mi me tocó esa clase.

-Hijo apresurate que la cena va a llegar.-ya han pasado cinco días y no me comunique con ella y mi hermana no me dice nada.

-Ya voy.-me levantó lentamente de mi cama para dirigirme a mi armario.

Saco un pantalón Jeans, una camiseta negra sin ningún diseño, mis vans del mismo color que mi camiseta y no saco nada más porque hoy no tenía ninguna motivación alguna. Voy hasta el baño para cambiarme y luego salir pero tanta tristeza tengo que ni me miro al espejo, salgo de mi habitación para bajar y encontrar a mi familia muy elegante.

-Estás de broma hermano.-sé muy bien porque dice eso pero no me importa.-Es enserio.-asiento con la cabeza y camino hasta la puerta.

-¿Hijo estás bien?.-pregunta mi padre muy preocupado.

-Lo estoy.-digo más para él que para mí.

-Pues no te creo.-y tenia razón, mi padre se acerca para mirarme a los ojos.-Te conozco mejor que nadie.-ese era mi miedo pero no podía decirle nada.-Esperaré.-se lo agradezco mentalmente.

Mi padre sale acompañado de mi madre mientras que yo sólo me dirijo directo a mi carro aunque mis padres me habían dicho antes de que iríamos juntos pero no tengo ganas de hablar, tomo mi carro para salir en dirección de la mansión Rothschild que se encuentra a sólo diez kilómetros de la mía cuando llegamos vemos que Mark el mayordomo nos abre la puerta.

-Señores la familia Rothschild los espera.-nos indica donde se encuentran.

-AMANDA.-grita la madre de los gemelos.

-KATHERINE.-hace lo mismo mi madre.

Las dos se abrazan como jóvenes mientras que mi padre se acerca para hacer un saludo a su amigo.

-Tanto tiempo amigo.-de hecho sólo fueron una semana.

-Papá no crees que exageras un poco.-Silvia mira su padre y este suelta su amigo para tomar su hija en brazo.-Papá bajame.-pide mi niña que se encuentra muy hermosa con ese vestido azul marino y unos talones que la hacen más que bella.

-Pasad la pequeña.-su padre se la pasa para luego que el mio la tome y la gire.

-Oigan van a dañar mi doble.-todos se giran hacía el gemelo que mira Silvia.-No ven que va a vomitar.-mi padre la pone al suelo.

-Gracias hermano.-dice tratando de calmar sus nervios.

-De nada pulga.-Silvia le lanza una mirada para luego acercarse y pisarle el pied con su talón.-Oye eso duele.-dice sobando su pied.

-Eso te pasa por llamarme así.-hace la cara de una niña enojada y todos ríen menos yo que piensa que se ve muy tierna así.

-Bueno ya que mi niña nos hizo reír porque no pasamos a la mesa.-dice mi tía con una sonrisa.

-Mamá hay que esperar a...

-Los esperaremos en la mesa.-doce guiñando el ojos a su hija.-Que me muero por ver a mi pequeño lobo.-la madre de Silvia se me acerca para darme un abrazo.-Desde pequeño...

No sé lo que me dice porque mis ojos y mi mente están en este preciso momento viendo y soñando con la única mujer que me hace sentir vivo, fui un idiota al dejarla sola y más que todo al abandonar su gran amor. Una vez me habían dicho que sufriría por haber jugado con chicas y ahora veo que es cierto, perdí a mi único amor porque creía que no era real lo que sentía pero cuando la perdí fue hace momento que supe que mi mundo giraba a su alrededor.

-Ya han llegado.-salgo de mi burbuja para mirar a un mayordomo abrir la puerta.

-Pasen por favor.-dice Mark agachado la cabeza.

Veo que dos personas entran pero no distingo bien quien es pero cuando se acerca veo que es ni más mi menos que el idiota que está detrás de Silvia pero no viene solo sino que está acompañado con alguien que se parece a él sólo que sus ojos los distinguen por el otro tiene ojos chocolates oscuros.

-Buenas noches señora Rothschild.-saluda el imbécile con un beso en la mano de Kate.-Les presentó mi primo Travis.-de ahí el parecido.

-Señora es un honor conocer la mamá de la chica que vuelve loco a mi primo.-hace lo mismo pero no puedo evitar ver una Silvia sonrojada de vergüenza.

-Por favor pasen a cenar.-Kate se siente un poco avergonzada.

Todos pasamos y nos sentamos pero no me puedo sentar al lado de Silvia porque los dos idiotas están a su lado y claro mi querida hermana al lado de ese tal Través o trapis mierda como se llame.

-Sí este sigue así va a ganar el amor de mis padres.-que no sabía porque decía eso cuando escucho atentamente lo que dice.

-Está muy deliciosa su cena señora Rothschild por lo que veo usted lo hizo.-espera y este Cómo sabe que mi tía cocina.

-Muchísimas gracias Jake.-contesta con rubor mi tía.

-Es cierto.-respondo a James tratando de calmar mi ira.

-Sí y me parece que es buena...-lo miró mal porque él sabe bien que yo amo a Silvia.-¿Qué?.-dice sarcástico.

-Sabes muy bien.-respondo frunciendo las cejas.

-Bien pero sabes que es ella que decide.-si lo sé y me moriría si escoge a ese estúpido.

-Con permiso.-dirijo mi mirada hacia ella y veo que se levanta para salir no sé dónde.

Silvia sale de la mesa y me preocupo porque bueno sólo pasaron dos minutos pero no llega cuando estoy apunto de ir a buscarla ella llega sonriendo a dientes.

-Mamá.-todos la miran tratando de devinar porque la llamó así.-Veras dos días es el aniversario de los abuelos y quisiera ir mañana para que conozcan a Jake.-espera porque quiere que conozca a ese bambú.

-Claro mi niña.-y todavía acepta pero que mierda pasa aquí.

-Bien pero que te acompañen los Salvatore y sin olvidar a Derek.-si claro como no.

-¿Qué?.-digo digeriendo lo sucedido.-Por mi acompañaría Silvia pero porque todos tienen que venir.-digo ya cansado de guardar mi ira.

-Bueno entonces quedense a dormir hoy y mañana diré a Mark que los llevé.-la madre de Silvia toma la iniciativa.

-Tengo mi carro pero solo entran tres así que no sé si...-miro a los dos que sólo me miran con odio.

-Para tu mala suerte yo también tengo coche y Silvia querrá venir conmigo no es así Silvia.-miró a Silvia que sólo trata de esconderse.

-En realidad mi gemela irá conmigo les guste o no.-bueno con tal de que no vaya en el mismo carro que ese idiota.

Luego de esa escena pasamos comiendo en silencio y luego la madre de Silvia nos llevó a cada uno a su habitación, entró en la pieza para dejarme caer en la cama y reflexionar sobre como debería ganar el amor de esa chica sin que nadie se interponga porque si lo hacen no responderé si hay nariz rota porque me estoy volviendo muy celoso y más que todo posesivo, lo peor es que están los dos idiotas.

Mi Novio Es Un ModeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora