Mil preguntas

Cuarto vacio

Ha pasado algo de tiempo desde que no lo veo.
La lluvia golpea suavemente contra las ventanas mientras permanezco parada en el umbral de la puerta, observando aquella oscuridad que ahora es mi casa.
Ya no cierro la puerta, como si dejara una rendija de esperanza, recordando cara momento compartido, cada risa, cada susurro de amor que compartimos en este lugar.
Con cada paso que doy resuena el vacío creando un eco de lo que solía ser antes. Aún así, respiro intentando aferrarme a la calma que viene con la aceptación, aunque mi corazón se rompa en mil pedazos.
Observo el cuarto vacío, donde los muebles parecen innecesarios. Las paredes parecen mucho más altas de lo que recordaba, haciéndome sentir encerrada, como si quisiera que cada recuerdo vivido se quedara ahí.
El eco de nuestras risas, ya no llenan estos espacios, y ahora son reemplazados por un silencio incomodo y pesado.
Mis ojos se posan en el rincón donde nos sentábamos a apreciar el amanecer, y una punzada de dolor atraviesa mi pecho al darme cuenta que ya no estás aquí.

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La habitación estaba envuelta por los cálidos rayos del sol que anunciaban el fin de una día más. Me sentía sola y estaba viendo fotografías con él, como últimamente lo he hecho, hasta que llego a una donde parece una imagen congelada en el tiempo que parece contener toda la felicidad que se vivía en ese momento. Era nuestra última fotografía, ambos sonriendo frente aquel bar, abrazados.
Una punzada de dolor atraviesa mi pecho al recordar esa noche, que estuvo llena de risas y promesas de amor. ¿Cómo es posible que todo haya cambiado tanto en tan poco tiempo?, me pregunto en silencio, mientras mi voz es ahogada en tristeza
¿Cómo te va con ella? Murmuro, la fotografía parece que me da una respuesta que quiero ignorar. La imagen se vuelve borrosa mientras mis ojos se llenan de lágrimas, ¿cómo es posible que una persona pueda cambiar en menos de un compás?. La vida me da un golpe de realidad, haciéndome recordar que nada es para siempre, que incluso el amor más profundo puede desaparecer en un abrir y cerrar los ojos.
Con un suspiro resignado, borro la fotografía. Es hora de dejar todo en el pasado.