Capitulo 18

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El corazón me late a mil, estoy confundida con lo que ha dicho ese hombre.

—No sé a qué se refiere, y es mejor que me deje ir si no quiere que existan problemas —le digo al hombre.

Solo es hasta que se acerca a la luz de la farola que puedo apreciarlo más, es alto, de ojos cafés claros, una barba adorna su mentón y al contrario de Stavros su cabello es de color rubio. Sin embargo ambos guardan rasgos muy similares.

—Eres su novia, o al menos la mujer que vive a su lado. Mis informantes me han mantenido al tanto de lo que sucede detrás de esas cuatro paredes señorita Moretti.

—¿Qué busca de mí? Porque sea lo que sea no lo va a conseguir —replico.

—Escuche atenta lo que le diré —me toma del brazo con fuerza—. Solo hay una forma de que Stavros venga a este lugar, y esa forma es por medio suyo ¿comprende? No dudará en meterse en el peor agujero de la tierra con tal de salvarla.

—No haré nada de lo que me pide.

El enojado le da una señal al tipo que me trajo le ordena que me ate las manos con un cuerda y me conduzca al interior de aquel lugar.

—Marca el número de ese imbécil —le ordena el hombre a su matón quien como un perro obedece. Luego vuelca su vista de nuevo en mí—. Ahora su trabajo es decirle que esta presa del miedo y que necesita que venga por usted, ¿comprende?

Aprieto los labios.

—Dije ¿que si comprende? —vuelve e insiste.

—Lo he entendido —contesto.

—Pon el teléfono en altavoz —le ordena una vez más al tipo.

Cuento solo con unos segundos para pensar muy bien lo que diré, debo ser astuta si no quiero ponerlo en peligro, sé que Stavros no es un hombre fácil de vencer, pero no tengo idea con cuantos matones más cuente este tipo a su disposición y me temo que Franco no será suficiente.

El teléfono móvil timbra un par de veces y él contesta.

—Annieliese ¿dónde estás? —dice del otro lado de la línea.

—No podré llegar a la cena Stavros —le digo.

—¿Acaso ha sucedido algo malo?

—Es que... —miro al hombre nerviosa—. El taxi ha tomado otra ruta, justo ahora estoy en otro sitio.

—¿Cómo es eso de que el taxi tomó otra ruta?

Trago en seco.

—Lo siento Stavros, no puedo hacerlo, no puedo quedarme a tu lado, no puedo quedarme al lado de un hombre como tú.

—¿Qué haces? —masculla entre dientes su hermano.

—He decidido irme a otro lugar, ya no te quiero en mi vida —trato de sonar convincente.

—Tú nunca dirías eso, algo sucede —contesta del otro lado de la línea—. Dime lo que sucede en este maldito instante.

Su hermano toma el teléfono en sus manos y es el quien habla ahora.

—Admito que es buena en eso de protegerte —le dice él—. Sin embargo yo te ahorraré las explicaciones, si quieres que tu novia no sufra ningún rasguño es mejor que te apresures y vengas por ella.

—¿Quién maldita sea eres tú?, ¡Deja a Anneliese! —le grita.

—Hermano tú mismo comenzaste esta pelea, si hubieras tenido un poco de cerebro no la hubieras involucrado en tu vida, pero tuviste que hacerlo, lamentablemente la única forma de llegar a alguien que se ha encargado de arruinar los negocios de la familia es atacar su blanco más fácil y esa es el señorita Moretti.

Guardián Oscuro (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora