El plan salió tal y como esperabamos, incluso aquella bella mujer llamada Himeko nos dio una mano extra pars terminar de derrotar a lo que yacía bajo nuestros pies.
La victoria había sidp nuestra, era lo que pensabamos al ver a esa enorme cosa tirada, y percatándonos de que ese horrible ser no se moviera más. Pude mantener la calma luego de ver como el monstruo se movía de un lado para otro sufriendo por el impacto en su núcleo.
-No lo hicimos nada mal, ¿eh, Caelus?- fueron las palabras de ahora nominada hermana por mi mismo que tenía a mi lado sonriente y relajada.
Segundos antes podía percibir su miedo, pero al igual que yo que también temblaba pudimos transformar ese sentimiento en fuerza para vencer.
-¡Sabía que lo conseguiriamos!- exclamó orgullosa March de ser la pieza clave en la victoria.
-¿Estás segura?- cuestionó su compañero sin emoción- antes de la victoria dudabas de ello.
Un peuqeña discusión entre ambos se incio bajo la atenta mirada de un Himeko disfrutando de la vista que ambos le otorgaban; a mi lado, Stelle los observaba xon pereza, tal vez era algo común en ellos.
-Espero nosotros no nos llevemos tan mal como ellos- fueron sus crudas palabras.
-Bueno, sé que yo ganaría- mencioné con ironía.
-Te tienes mucha confianza, hermanito.
Con un tono burlesco buscaba molestarme, pero fue todo lo contrario. En ese momento tenía planeado acercarme a ese grupo tan peculiar que teníamos frente a nuestros ojos cuando un estallido, o mejor dicho un rugido captó nuestra atención, todos estábamos atónitos de ver como aquel monstruo aún seguía con vida.
-¡Imposible!- exclamó March aterririzada.
Stelle y yo preparamos nuestros bates nuevamente listos para machacar su cuerpo una vez más, un ligero temor volvía a invadir nuestros cuerpos que se sentían más pesados por la presión que generaba ese largo rugido de enojo.
Mi cuerpo quedó paralizado tras ver como la chica que tenía a mi lado, la chica a que declaré mi hermana corría sin más, ella se había percatado de lo que pretendía hacer y decidió hacerse cargo.
Mi angustia fue llevada al máximo cuando vi que ya no podía hacer nada, aquel monstruo era solo poder acumulado lo que lo mantenía en pie, no un núcleo o cerebro que lo guíe.
-¡Stelle!
Grité con miedo al ver como ella era impactada por el último aliento de energía de aquel ser destructivo. Cayó tras ello sin hacer ningún otro movimiento, había acabado con su propia vida, pero era lo que menos importaba.
Aquel aliento, rayo, impulso de energía había impactado de lleno en Stelle. Podía escuchar con tristeza su lllanto de sufrimiento encerrada en esa prisión de energía a la que no pude llegar al ser detenido por quién lideró la batalla.
-¡Sueltame! ¡Dije que me sueltes idiota!- exclame con furia e impotencia de escuchar el desgarrador grito de Stelle frente siento sometida por la energía.
-¡Tienes un Stelaron en tu interior! ¡Sería peligroso que tu también te envuelvas en esa energía!
No quise escuchar más. Pise su pie para intentar soltarme, para seguidamente utilizar mi codo con una gran fuerza ejercido contra su abdomen para zafarme de él. Aunque March y Himeko me rogaban a la distancia no me acercara, era inevitable no querer hacerlo.
-Debo portegerla, debo protegerla.
Eran las palabras que me repetía en fracción de segundo, si debia sufrir con ella para desaparecer esa energía y quizá morir los dos, lo soportaria.
Esa idea fue erradicada por la aparición de un hombre de cabello castaño, un hombre bien vestido que portaba gafas. Con un simple movimento, el grito y la energía en Stelle, ambos habían sido cesados.
-No te preocupes, ella estará bien- fueron sus palabras luego de evitar que esa energía la destruyera.
La tenía entre mis brazos con su rostro lleno de dolor. Mi mirada estaba un poco más relajada, pero ahora con ella a salvo, tenía dudas que la persona que tenía cerca mío que gue capaz de disolver la energía que apresaba a Stelle con un simple movimento de aquel bastón suyo.
-¿Tú quién eres?- cuestionó intranquilo mientras los otros llegaban a nuestro lugar.
-Perdón por aparecer de improvisto, pero ya todo estará bien para ella, permíteme presentarme, soy Welt Yang, estaba esperando conocerlos.
Era él. La persona que respondería nuestras dudas en nuestro nuevo camino.
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Notas de un trazacaminos
FanfictionLos recuerdos del pasado se nos son esquivos, sin embargo, un nuevo futuro para los dos nos aguarda. Juntos, continuaremos esta nueva senda hacia las respuestas que necesitamos; aunque esperamos llegar... antes de que este cáncer en nosotros nos aca...