Al abrir la caja se encontró un collar con un dije redondo que en el medio tenía una estrella de 5 puntas y ente los espacios que dividían las puntas había letras y números.
-Es un amuleto de Tetragramaton, sirve de protección, otra de sus cualidades es mostrar a quien lo lleva el camino de la luz y la sabiduría interior, y está especialmente conjurado para que te avise cuando pierdas el control de tus emociones, el collar se iluminara en esos casos y podrías también sentir que su temperatura cambia, cuando eso pase tendrás 5 minutos para buscar un lugar en dónde te puedas calmar, con eso evitaremos que te descubran - Le explicó su abuelo mientras le guiñaba un ojo.
Ya había llegado el día en el que Azalea partiría al instituto, sentía que los días se habían pasado volando, y aún se encontraba un poco insegura por la prueba que tendría que presentar al llegar, era una prueba sencilla, pero el final de la prueba podría determinar un mal destino para ella si no tenía cuidado con el uso de la magia. Respiro profundo mientras miraba a través de la ventana de su habitación, la cual tenía ramas creciendo en el exterior de esta y evitaban que la ventana fuera abierta, las ramas tenían pequeñas flores, las cuales ella misma había hecho crecer.
Su madre ya le había platicado de la prueba con anterioridad, siempre era la misma, primero debería hacer crecer una planta, eso era lo más fácil, teniendo en cuenta que toda su vida estuvo haciendo que las plantas crecieran. Luego tendría que crear un Golem y hacer que este le buscara algunos ingredientes para una poción, y usaría esa pócima para curar algún animal herido. Ella sabía realizar al pie de la letra cada paso, la poción se la sabía de memoria, la primera vez que había creado una poción de curación la había usado con una pequeña ave que su madre había traído y se encontraba con un ala rota, Azalea tenía 9 años cuando eso ocurrió, y la pócima sirvió de maravilla, la princesa estaba super contenta de ver como el pajarito se recuperaba en sus propias manos, era la primera vez que tocaba un animalito y eso la emocionó mucho, tanta fue su emoción que el pajarito se incendió y terminó hecho cenizas en las manos de la niña. Desde entonces ella no había vuelto a tocar un animal.
Al bajar las escaleras ya estaban sus padres y su abuelo esperándola junto a su equipaje. Todos la acompañarían hasta que presentara la prueba para asegurarse de que la princesa estuviera bien. Eso hizo que ella se sintiera más segura cuando fue a salir del castillo. Su padre se dirigió a abrir las grandes puertas de la entrada mientras que los sirvientes se disponían a subir el equipaje al carruaje.
- ¿Estas lista? - le preguntó su madre.
- Creo que tuve muy poco tiempo para asimilar todo, pero estoy calmada así que mientras más rápido estemos allá mejor - respondió la princesa mientras que soltaba un suspiro de cansancio.
Comenzó a caminar con su madre a su derecha y su abuelo a la izquierda, al estar en la entrada del castillo Azalea se detuvo, la brisa del aire golpeo su rostro refrescándola y el sol le dio en la cara. Observo el carruaje a lo lejos y vio que al frente se encontraban dos pegasos blancos, ya ella los había visto a través de su ventana infinidad de veces, pero nunca había montado alguno, ni si quiera se había montado a un carruaje.
El camino al instituto era largo, por eso se requerían de pegasos para acelerar el viaje, también había un portal que conectaba con los reinos y este hacía que los viajes fueron en cuestión de minutos, pero se necesitaba de mucha energía para usarlos y sus padres habían estado muy ocupados con lo de su ingreso al instituto que no contaban con la energía para movilizarse por el portal, y Azalea todavía no recibía instrucciones de cómo usarlo.
Cuando el carruaje despego la princesa no pudo evitar respingar por la extraña sensación de vacío en su estómago, pero al ver como poco a poco iban alcanzando las nubes se olvido de su malestar, las aves volaban junto al carruaje y daban vueltas en el aire, entonces Azalea se pregunto ¿Qué se sentiría volar? Quizás alguien perteneciente a la región del aire podría decírselo, ellos tenían la habilidad de volar cortas distancias y a baja altura, pero estaba segura de que el sentimiento era el mismo. El bosque se extendía en toda su vista, no había otra cosa que se pudiera apreciar al horizonte sino árboles frondosos, tenían previsto llegar al mediodía, así que Azalea decidió dormir un rato y así el camino se le haría más corto.
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Sangre Pura
FantasiaEn un mundo dónde la magia de los cuatro elementos reina, lo más importante es mantener la sangre pura para no perder ese magnífico poder y evitar la corrupción de las tierras, pero ¿Qué pasaría si un día nace una niña capaz de controlar los cuatro...