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Capítulo 5

Todos estaban tirados en la arena, algunos heridos, otros sin vida, sin una extremidad, golpeados, con rasguños, la ropa un poco rota... Pero sobre todo, felices por haber ganado esa sangrienta batalla , Kcirederf estaba un poco herido pero consiente de lo que pasaba a su alrededor, vio llegar los helicopteros en fila, se sintió aliviado ya que noto a sus compañeros al lado, Nilednay estaba detrás viendo el paisaje con paz en su interior completamente al ver como bajaban los médicos y corrían hacia ellos para atender sus heridas, le dio una mirada a Kcirederf mostrando su respeto a tal sacrificio, a nadie se le había ocurrido la tremenda locura y sacrificio como el de Kcirederf.

Ocram observaba todo a distancia, su brazo estaba herido al igual que su ceja, notó a Nilednay ver al último Pustynya de la guerra que estaba ahí muerto, comenzó a sospechar de la nada hacia ella.

—No... Lo dudo —Pensó el joven azabache aun con la duda, pues ahora tenía dudas sobre Nilednay, pero sus pensamientos fueron callados al escuchar la voz de Sylera—.

—Cada vez nos atacan... ¿Donde está Kcirederf? —Preguntó la mujer con ceño fruncido—.

—Aquí estoy —Habló el joven moreno levantándose de la arena—.

—Nilednay te dio la orden de volver a tierra firme y la deshobedeciste a la orden de tu capitán —Dijo mientras tenía los brazos tras la espalda—.

—No tenía opción señorita Sylera, si no lo hacía yo ¿quien lo iba a hacer? —Preguntó al final un poco serio—.

—Pudiste morir —Contestó—.

—Pudo morir pero no, esta vivo, si deshobedeció mi orden pero al final valió la pena —Habló con firmeza Nilednay defendiendo a su compañero—.

—... Una orden es una orden —Habló firme también la mayor—.

—Y un sacrificio para la salvación es un Sacrificio para la salvación... ¿Que no se han sacrificado alguna vez por usted?, de no ser por Kcirederf... Todos aquí estuviéramos en los estómagos de esos gusanos gigantes... Kcirederf nos salvó a todos —Miró al mensionado qué no tardó en sonreir, Reinyar observaba analizando la situación y quedándose callado—.

—... Bien... Que no vuelva a pasar —Dio un suspiro la mujer de lentes viendo al grupo, ella no tenía la culpa de parecer la mala, solo hacia su trabajo para no sufrir consecuencias—.

Los médicos se llevaron a los heridos, el grupo iba también en uno de los helicopteros mientras atendían sus heridas, Ahnul estaba calmada hablando con Kcirederf, Ocram hablando con Reinyar, Aloap hablando con Yelhsa e Ynahsied, Nilednay iba a las afueras del helicóptero Observando el paisaje desértico qué estaba presente, miró el cielo y notó qué ya estaba llegando la noche al ya estar presentes varias estrellas.

Sonrió un poco al saber que era otra guerra ganada.

Luna Armarstaxia
Segunda Luna de Kepler

—Avisaron que los Kepleritas Artersnia ganaron otra vez, los nuestros siguen ganando —Habló un secretario tranquilo leyendo la información del holograma—.

—Kcirederf Arieuqes Ovarb —Leyó la información del joven adolescente más ma foto que salió en el holograma—.

—... Es un niño —Se asombró el jefe del edificio que ocupaba un 3% del satélite natural— Díganme que tiene más de 18 años.

—Negativo, tiene 15 —Contestó el secretario haciendo que todos quedaran en silencio—.

Salió corriendo un asistente hacia el estudio donde habían más de 100 Kepleritas en pantallas holograficas estudiando los daños que ocurrieron en la guerra.