¿Alguna vez pensaste lo que se siente perder tu alma?
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Era un sábado tranquilo, como de costumbre, el pequeño Tyler de 17 años se encontraba tirado en su cama, pensando a dónde podía escaparse esa noche tan hermosa y estrellada.
"¿Y si voy al mar?" Pensó, el plan venía perfecto.
Se levantó y buscó rápidamente sus vans negras, su camperón negro, su gorro rojo y salió lentamente por la ventana de su habitación.
Amaba salir de noche, amaba ir al mar y contemplar las olas a la luz de la luna, era simplemente hermoso.
No solamente apreciaba el encanto de las aguas, había otra cosa más, o mas bien, otra persona más.
Acá es donde entra él, Joshua.
- ¿Josh? --Dice un Tyler tembloroso, buscando a sus alrededores en el inmenso lugar, esperando obtener respuesta.--
- Tyler. --Éste volteó, viendo al pelinegro sonreírle.-- Viniste, pensé que te ibas a quedar en tu casa.
- No lo iba a pensar dos veces, vos estás antes que cualquier otra cosa. --Dice Tyler, envolviendo sus brazos en un reconfortable abrazo que, siendo honestos, necesitaba. Pero no de cualquier persona, solamente de su chico.--
Ambos miraron al mar, sentados en la arena. Se sentía frío, sus huesos parecían estar unidos por pequeños copos de nieve que ardían, pero a Tyler le gustaba esta sensación. Le gustaba estar al lado de la única persona que lo escuchaba y no lo juzgaba en nada. Era su confort.
- ¿Algún día vas a ir a mi casa? --Dice Tyler, manteniendo su vista fija en el color blanco de las olas chocando con la arena.--
--Josh da un leve suspiro, buscando el aire suficiente para hablar.-- Ya te dije... Es difícil, no puedo por ahora.
- Nos conocemos hace 2 años... Ni siquiera conocí tu casa, mas bien, ni siquiera salimos de esta playa. --Dice Tyler, agarrando arena con sus manos.--
- Más adelante lo vas a entender, por ahora no te puedo decir nada.
Esto dejó a Tyler sin otra cosa más que decir, simplemente lo aceptó y decidió callar, no quería molestarlo o incomodarlo, comprendía que tenía una razón.
Nunca se le pasó por la cabeza pensar en una razón mala, no hasta el día en el que se enteró de ella.
