Supongo que el amor es eso, esa sonrisa al verle, la tristeza al despedirle, pensar en el a cada hora, volar cuando te toca.
Pero no lo sé, no lo sé porque hace mucho que no estoy enamorada de un chico, ahora son esas temporadas en las que veo a una pareja, cogidos de la mano y dándose besos, jurándose amor eterno... Mientras a mi nada más me entran ganas de potar solo de verles.
Pero es que cuando te gusta un chico, cuando te gusta de verdad... Todo cambia, la felicidad es mejor y la tristeza más dura.
Me he enamorado de dos chicos en lo que llevo de vida, y no he salido con ninguno de ellos, ni me he dado mi primer beso todavía, ni he tenido nunca novio, ni nada... Soy una chica más, de tantas como yo.
Tengo 15 años y me llamo Diana, no soy nada fuera de lo normal, por eso estoy así. Solo las chicas guapas y sexys tienen historias de amor bonitas y novios macizos con los que abrazarse por la calle, así es la adolescencia, nos creemos hermosos y cuando con 25 años vemos las fotos de la pubertad, decimos, ai madre como le podría gustar a alguien con esas pintas.
Mientras tanto yo estoy llena de restos de rímel por las ojeras y pelos de loca, tumbada en la cama mirando el techo. Hace un calor infernal enserio.
Encima en este pueblo no hay persianas en las ventas y wno, la luz me despierta a las 10. Exactamente ahora son las 10:47.
Mi espalda crea una banda sonora entre tantos crujidos al estirarme y me levanto, a mi es que me cuesta la vida despegarme de la cama, para luego ver a las cabronas de los anuncios que pegan un salto de la cama y son felices. Mira intento yo pegar un salto como primer movimiento del día y acabo en un geriátrico con los jubilados en silla de ruedas.
Me embadurno los ojos con desmaquillante y me pongo unos pantalones cortos de tiro alto, unas Stan Smith blancas y rosas, una camiseta de manga corta básica, blanca. Y me peino los rizos alborotados, me maquillo muy simple y bajo a desayunar.
Mis abuelos estarán en el bar con los demás viejos del pueblo. Me hago un descafeinado y me prendo un cigarro, cojo las gafas de sol y voy a la terraza. Me encanta tanta tranquilidad, sin exámenes, sin madrugones, sin nada... Nada más que un bonito día de sol y una buena fiesta organizada para esta noche, en la peña del pueblo. Un pequeño, aunque no mucho, y viejo local que hace esquina con una casa abandonada. Que da bastante miedo la verdad, una vez entre borracha con mi prima y vimos una rata, yo grite y le tire ron con Coca-Cola encima. Pobre de mí copa.
Hoy es mi primer día en el pueblo, no hecho para nada de menos la ciudad, mi Valencia querida.
Me pregunto cómo estarán mis amigos, amigos con los que no me he hablado en todo el invierno, pero llegamos al pueblo y nos damos un abrazo de familia.
Esto es así, aquí se viene a disfrutar. A disfrutar sobre todo de los cotilleos de los pueblos, esto es así. Encima no sé qué pasa que aquí todos ya se han liado unos con otros y yo pues en mi preciosa línea, yo bebo y ellos se meten mano, ron infinito para la virgen, ole.
Oigo la verja de fuera abrirse, no veo quien entra con el semejante jardín que tiene mi abuela en la entrada pero me imagino que son Esther y Antonio. Mis abuelos. No me he terminado el cigarro y en un repentino impulso de nervios lo tiro para el jardín de la vecina de al lado.
-AY! *se oye a lo lejos*
Ai madre que le he dado a alguien y se van a chivar a mis abuelos socorro.
-Diana todavía desayunando? Ya son las 11 aprovecha el día *ría mi abuela*
Me da un beso en la frente y entra. Como alguien de 63 años puede tener más energía que yo en la flor de la pubertad.
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I live in the dark
Fiksi PenggemarFanFicAuryn. Me ajusto a la vida pero la vida no es justa, quien quiero no me quiere y quien me quiere no me gusta.