namelessshipping Ultraumbral (Red, Blue y Moon)

11. ¿paternidad?

A los minutos llegamos a la casa de Blue para buscar nuestras cosas, baje de Magnezone junto con Sneasel, Gold también había bajado de Togekiss.

-no falta mucho para que sean las cinco, apúrate y empaca lo necesario- abrí la puerta yendo a mi habitación sin esperar una respuesta por parte de él.

Entre a mi cuarto sacando mi maleta, Alola es un lugar bastante caliente y al estar conformado por islas la humedad en el ambiente será demasiada. Si no cuido mi cabello se maltratará por los cambios bruscos de temperatura. Busqué en el baño los productos adecuados para ese clima y los metí dentro de la maleta. Ahora que lo primordial estaba adentro tocaba escoger el vestuario. Abrí mi ropero en busca de algo adecuado para el calor, pero no había nada, toda mi guardarropa estaba llena de colores oscuros y moriría de calor si uso la mayoría de mis prendas. Resignado, tome lo poco que me servía colocándolo en la maleta. Mientras acomodaba todo observe como Sneasel estaba sobre mi cama, parecía no estar de muy buen humor, él sabía que Alola era un lugar cálido y eso para un tipo hielo no era muy agradable.

-al menos no morirás de calor tu solo -acaricie su cabeza para animarlo un poco.

Tomé mi maleta y salí de la habitación con él, Gold ya estaba esperándome en silencio, supongo que solo recogió las cosas que había traído para pasar los días aquí. Ambos salimos de la casa, nuestros Pokémon voladores nos seguían esperado afuera, subimos nuestras cosas y despegamos a ciudad Azulona. Durante el viaje me percate que Gold no había dicho nada desde que salimos del gimnasio, eso era raro viniendo de él, siempre hablaba de cualquier cosa, pero esta vez no ha dicho ni una palabra. Parece que la noticia le ha afectado más de lo que imaginaba.

-¿pasa algo? -pregunte, de cierto modo me preocupaba verlo así.

-¿crees que Red y Blue estén bien? -su voz se notaba inquieta, pocas veces había escuchado esa entonación.

-... no lo sé, desaparecer de la nada por una cosa que ni los profesores entienden es preocupante, pero no me asusta demasiado, conociendo a esos dos sabrán arreglárselas donde sea que estén, por algo son los entrenadores más fuertes del mundo -intento apaciguarlo, aunque ni yo logro creerme mis propias palabras.

-pero, por lo que dijo el profesor indica que no tuvieron oportunidad contra esa cosa ¿cómo sabes que estarán bien? -su preocupación aumentaban, logro percatar como nuestros Pokémon quienes aún no sabían de la situación comenzaban a inquietarse.

-bueno, si yo me encontrara con una cosa de la que no tengo ni idea de lo que es supongo que también perdería -me cuesta admitirlo, pero es cierto -Gold, no tenemos ni idea de que es un Ultraente, lo poco que sabemos es gracias a ellos y dudo que sepan mucho más que nosotros, si esa cosa los llevó a su mundo o algo así comprenderán su comportamiento y sabrán que hacer con ellos, no creo que sean tan tontos para caer dos veces en su trampa.

-supongo que... tienes razón -lo noto más calmado, no estaba convencido de lo que le decía, pero al menos sirvió para tranquilizar lo.

-ya lo veras, van a regresar y van a presumir de sus aventuras como siempre -escucho una ligera risilla de él, el ambiente comienza a ser el mismo de siempre.

A lo lejos vi el aeropuerto de ciudad Azulona, fuimos descendiendo conforme nos acercábamos. Al estar en el suelo cheque los mensajes de mi videomisor, el profesor nos había escrito que nos esperaba en la salida tres, guardamos a nuestros Pokémon y nos adentramos al aeropuerto. Como siempre, este lugar estaba lleno y llegar a nuestro destino era complicado. Tras correr por un rato vimos el letrero de la terminal y justo debajo estaba Oak yendo de un lado para el otro.

- ¡profesor! -Gold le grita para llamar su atención.

-qué bueno que llegaron a tiempo, el vuelo a Alola saldrá en unos minutos -su expresión seguía angustiada, supongo que es normal viniendo de él -registren las maletas para que no haya contratiempos.