capitulo 3: El tiempo es confuso

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"Si nadie me pregunta que es el tiempo, lo sé, pero si me lo preguntan y quiero explicarlo, ya no lo sé".

San Agustín de Hipona.

*

Algunos años después.

Paul

Ahí estaba ella.

Sentada con cara de cachorro asustado.

Todo iba tan normal está mañana, y con normal me refiero a aburrido y monótono como de costumbre. Mientras me dedicaba a pasear ebrio hasta el culo por los pasillos de está exageradamente-grande mansión, divise por unas de las ventanas a un cuerpo junto al mural de la entrada.

Aver, que no es nada fuera de lo normal, por qué aquí las personas suelen emborracharse y quedarse dormidas en cualquier sitio. Lo que si llamo mi atención fue que fuera una chica y que no lucía para nada como las chicas de aquí.

Era una de nosotros eso era evidente, si fuera una simple mortal no hubiera podido cruzar el portal.

Lo curioso fue que cuando despertó y le pregunte de que dimensión venia ella no tenía la más mínima idea de que diablos le estaba hablando.

No es que no pudiera manejar solo está situación, pero mi resaca no estaba ayudando mucho, asi que tuve que llamar a los idiotas de mis amigos.

-Ya les eh dicho que no entiendo de que me están hablando —lucia tan fragil y miraba hacia todos lados con desconfianza—. Tampoco se cómo eh llegado aquí, solo recuerdo la voz de una mujer diciéndome que todo iba a estar bien.

Eso llamo nuestra atención.

-¿Una mujer? -ella asintió-¿Recuerdas algo más de ella?

Los ojos de Alain se iluminaron por una chispa de interés.

Ella desvío la mirada.

-Solo recuerdo que su voz era suave y creo a ver visto unos ojos azules, en verdad muy bonitos. -sacudió su cabeza algo confundida-, pero no lo sé, no tengo imágenes claras, pudo ser solo un sueño.

Ojos azules. No es que eso ayude mucho ya que es una característica básica, la mayoría de las chicas tenían ojos claros, pero solo se me vino una persona a la mente. Mi dos compañeros al parecer pensaron lo mismo por qué compartimos una mirada cómplice.

-Vega, ve a buscarla y trae a Jericó -mi compañero asintió y fue en su búsqueda.

La chica parecía más confundida que antes y la cara de matón de Alain no ayudaba mucho, así que era mi turno de usar mis encantos.

-No tienes por qué temer, solo queremos entender como es que nunca pudimos localizarte, queremos ayudarte a recordar, solo es eso. -use el tono más suave que encontré.

Ella asintió y levantó un poco su mirada hacia mí, tenía unos ojos verdes muy bonitos.

-¿Recuerdas como es tu nombre?

-Si -Susurro-. Rouse, mi nombre es Rouse.

-¿Bien Rouse hay algo que recuerdes antes de aparecer aquí? ¿Algo de tu vida?

No me interesaba en lo más mínimo solo quería hacerla hablar y tenía que fingir interés si quería lograrlo, no es la gran cosa es simplemente la regla basica para hacer que una mujer haga lo que quieres.

-Recuerdo despertar hace dos años en una camilla con una mujer que dijo ser mi madre pero nunca le creí del todo. Ella me dijo que estuve en coma un año.

Eso no podía ser, ellas es de una de las dimensiones de eso estábamos seguro y no pudo pasar solo tres años por qué ella había llegado en el mismo tiempo que todos los demás. Así que era obvio que esa mujer la había engañado o que ella mentía. ¿Pero para que?

La unión: Lugar de reyes y cuervos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora