Cap 3

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Caigo al suelo de golpe —. ¡Auch! —Me quedo sentada en el piso con y hago una mueca de dolor —. Debía ser alto está mierda. Encima estúpida soy. —Niego y logró sentir alguién detrás —. No entiendo porque lo hacen tan al-. —Saco mi cuchillo escondida en mi pierna y dando un giro en el suelo, sujetandome en el piso para lograr quedar a rodillada y pongo el cuchillo en forma de defensa frente a mí—. ¿¡Quien eres!? ¿Que?  ¿Édgar? ..


—Ey ey, tranquila Elara. —Levanta los brazos en forma de redención.

—¿Édgar? ¿Que haces aquí? ¿Como entraste?

Dejó el cuchillo en el mesón de la cocina mientras me levanto, el me da la mano y me ayuda. Hago que me acompañe al sillón.

—Emm.. ¿Por la puerta?

—Okey, es lógico.. No creas que soy tonta. No tienes las llaves.

—Tu mayordomo me dejó pasar. —¿Mi mayordomo? ¿Por que?
—. ¿Por que mi mayordomo te dejaría entrar sin mi permiso?

—Supongo, que le contaste del nuestro trato, ¿no?  Igualmente dijo que te escribió y le dijiste que si. ¿Porque preguntas?

—¿Yo?  ¿Responder? —Allí me acuerdo y miro al suelo, veo que esta en el chat y yo suspiro agarrando el celular —. Perdón, no me di cuenta. Siéntate. Te traeré un café, ¿Gustas?

—Oh, no pasa nada. Claro, con eso está bien. —Asiento y logró presenciar que me sigue con la mirada hasta la cocina abierta. Dejó dos tazas en el mesón de centro y frente a la pared que esta la cafeterá la apretó para que haga café. Me doy vuelta y me apoyó con mi espalda y mis brazos cruzados mirándolo a él.

Es raro. ¿Porque me vino a visitar? Esta un poco incómodo el ambiente. No será raro si le preguntó, ¿no? oh será que.. ¿Se habrá enterado que soy Kanli Gece?, no imposible. Ni siquiera hemos estado en contacto.

Si se enteró que soy ella, ¿no me hubiera atacado y entrado a la fuerza? Pero, ¿para que vino? Ya hablamos todo en mi oficina.

—Hu-hum.. Por cierto, ¿porque me vino a ver?

—Ah, sobre eso. La vine a visitar porque quería hablar sobre temas de nuestras empresas.

—Pero, ¿a esta hora? ¿No sería más lógico que allá sido de visita a la empresa?

—La fuí a ver al mediodía pero no se encontraba allí, y no tenía su número privadi para lograr contactarla.

—Entiendo. Está bien. Si, no me encontraba en mi empresa. Estaba en unos asuntos exteriores. —Planeando como emboscarte.

—Claro, así que pensé en venir a verla personalmente, aún que, ¿fue muy imprudente?

—No, está bien entiendo porque fue. Pero pasando de tema, ¿de que quiere hablar?

—Sobre hacer una promoción de su empresa en la mía

Asiento indicándole que continúe mientras sirvo las tasas de café. Me dirijo hacia el sillón.

—Sobre productos de su empresa, puede promocionarlas en mi empresa y haríamos igual anuncios sobre la marca, etc. Nosotros igual claramente haríamos que nos promociónara unas cosas en su empresa para hacer una colaboración.

—Oh, supongo que no estaría mal hasta produciría más ventas para ambos. Pero hay una cosa, porque hace esto conmigo ¿habiendo tantas más empresas? Que digamos no soy la más famosa de todas. —A excepción de la que controlo con mi mafia, que nadie sabe quién es la Jefa.

—Puesto que hay varias empresas es imposible colaborar con ellas porque no aceptan mis propuestas, no como tú, que me aceptaste el trató, ni siquiera penso en rechazarlo ni nada, solo dudo en si aceptar o no por las condiciones.

The revelation with a shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora