Siempre fuiste tú -Juantin

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MARTIN

—No voy a ir, Rus, deja de insistir. —Le repetí a mi amiga por quinta vez en menos de una hora.

—No dejes que ese gilipollas te amargue la fiesta, por dios. —Dijo desesperada. —Va Álvaro, al cual, por cierto, también le has molado, y Bea te cae genial. Por no mencionar a Kiki, que quiere salir con todos. Hazlo por ella, por lo menos.

Mi amiga tenia razón, lo sabia, pero nada más pensar en que tendría que ver a Juanjo otra vez me revolvía la tripa. Habia lidiado con muchas personas como él a lo largo de mi vida y ahora que por fin he aprendido a mantenerlas lejos, no quería volver a tener nada que ver con una. No iba a fallarme de esa forma a mi mismo y a todo lo que me habia prometido. Pero es verdad que sus amigos me caían bien, y no iba a dejar de ir a sitios solo porque estuviese él, ahora que parecia que íbamos a compartir grupo. Tampoco hace falta llevarse bien con todo el mundo.

—Vale. —Concluí, dándome por vencido. —Pero no me voy a volver tarde. Mañana es martes.

—Entramos a las doce de la mañana y solo tenemos una hora.

—Ruslana...—le advertí.

—Vaaaale. —Alzó los brazos a modo de tregua.

—Pero no quiero interactuar con él.

—No tienes por qué. Pero...—la miré deseando que no se atreviese a justificarle. —No me mires asi, Martin.

—Miedo me da lo que ibas a decir, pero suéltalo, a ver.

—Kiki es su amiga y se llevan genial.

—¿Y? —pregunté, como si eso cambiase algo.

—Que Kiki es una de las personas más inteligentes que conocemos, y nunca sería amiga de un tio que es mala persona. Además, sus amigos son muy majos.

—¿Y que me quieres decir con eso?

—Pues que creo que el chaval no lo dijo a malas. —Bufé fuerte en una risa más que falsa, echando todo el aire de mis pulmones. —Enserio, amor, se que estas enfadado y con razón, pero creo que solo es un poco impulsivo. Ya viste la cara de Bea cuando lo dijo, como si estuviese acostumbrada a que la cague.

—La idea de cagarla es aprender y no volver a repetirlo. —Le dije tajante.

—Ya...pero no sé, no se llevarían con él, ninguno, si fuese una mala persona. Yo creo que es mucho más de la máscara de "imbecil a la que se la suda todo" que muestra. Te recuerdo que yo era muy así hasta que aprendí a controlarlo...un poco.

Reflexioné sus palabras, no voy a mentir. Tenia razón, Kiki era un ser de luz y no hay forma de que tuviese a un gilipollas como amigo cercano.

—Supongo que le daré una oportunidad. —Rodé los hombros y Rus sonrió ilusionada. —Pero solo si se disculpa.

—Lo veo justo. —Asintió con la cabeza. —Ahora vamos a guardar las bebidas que hemos comprado para que estén frías esta noche.

Guardé mi acuarius de limón en la nevera, y Rus hizo lo mismo con su cocacola, que mezclaría con el ron.

—¿Te vas a beber la botella tu sola? —enarqué una ceja.

—He hablado con Kiki y me ha dicho que comparte conmigo. —Explicó mientras guardaba las latas de cerveza.

—Tendremos que comprar algo que no sea alcohol para comer esta semana. —Le dije observando que en nuestra nevera solo había latas (que no existirían despues de esta noche) y un cartón de leche.

—Deberíamos, si. —Rio. —No creo que seas muy fan de merendar cerveza.

—Que asco.

Ambos reímos y nos sentamos en el sofa el resto de la tarde, hasta que se hizo la hora de empezar a prepararnos.