- Lo lamento - dije en un suspiro y con mi voz temblorosa - Tal vez soy yo quien no te ama como te lo mereces, tal vez, soy yo quien no está dispuesta a esperar tanto para vernos juntas, soy yo quien no quiere luchar por esto, perdóname, pero mi amo...
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- Jackson ha llegado - escuche decir a mi madre - Quiere hablar con Lalisa - le escuche decir.
En ese preciso momento me despedí de Yeji aprovechando la excusa de ir a ver a mi hermano y la dejé con mi madre en la sala de la casa.
- Hola Lalisa - dijo mi hermano, dándome un abrazo - Vamos, necesito hablar contigo en el despacho - dijo sonriendo.
- Bien, vamos - le dije y nos dirigimos al despecho de nuestro padre.
- Bien, ya que estamos aquí, quería decirte que necesito que mañana mismo te incorpores a la línea de residentes del departamento de neurología y también quiero que aprendas el rol que tomarás como la próxima presidenta del hospital de la familia - dijo Jackson, mientas que en mis pensamientos estaba aquella colegiala que al verla me impresionó tanto, que me ha robado el aliento totalmente.
- ¡Lalisa Manobal!, ¿Estás escuchándome? - gritó Jackson y esa era una de las pocas veces que el alzaba la voz - Te estoy hablando de algo importante y tú cabeza sepa donde está- dijo exasperado.
- Lo siento, si te escuche y se mis responsabilidades- dije firme - Solo es que es muy pronto - dije cabizbaja.
- ¿Es por ella verdad? - dijo levantando mi mentó y obligando a verlo a los ojos - Ella está aquí, ya me lo dijo Rosé cuando me la encontré en la entrada - dijo Jackson.
- Me conoces bien - dije apartando mi mirada de él- Hace rato nuestra nana me la presento, me hizo saludarla, iba a la cocina por otro postre y ahí la vi - dijo con una sonrisa en mi rostro, ya días no sonreía de esa manera.
- Tú rostro te delata - rio Jackson - Te deslumbró una colégiala - dijo Jackson dándome una palmada en mi hombro.
- La tendrías que ver, es toda una señorita- dije y mis ojos brillaban - Es tan hermosa, más de lo que podría haber imaginado, pensé que se volvería hermosa, pero no tanto así, es una total belleza - dije en un suspiro.
- ¿Pero y que pasa? - me cuestiono Jackson por mi repentina tristeza que reflejaba mi rostro - Ya está aquí y la chica de tus sueños está, la has esperado tanto - dijo Jackson sentándose en la silla cerca al escritorio.
- Yeji - dije en un suspiro - Que tengo una novia y ella se lo estregó en su cara, ¿Puedes creerlo? - dije exasperada.
- ¡No te lo puedo creer! - dijo Jackson asombrado - Era de suponerse que iba a marcar su territorio contigo con cualquier mujer que se te presentara - dijo jugando con un bolígrafo en su mano.
- Lo sé, ¿Sabes? - Jackson asintió - Me dio mucha rabia que se lo dijera - dije masajeando mi siente con la punta de mis dedos.
- Fue una imprudencia de su parte - dijo Jackson apoyando mi molestia - Pero al final solo dijo la verdad - dijo con tono de desaprobación.
- Pero hay formas - dije con molestia - No, tenía que usar ese tono con ella, no de esa forma - dije con rabia.
- Cálmate, por lo que me dices, te molesto más como trato a la chica que decirle que es tú novia - dijo Jackson y justo es lo que me ocurría.
