- Lo lamento - dije en un suspiro y con mi voz temblorosa - Tal vez soy yo quien no te ama como te lo mereces, tal vez, soy yo quien no está dispuesta a esperar tanto para vernos juntas, soy yo quien no quiere luchar por esto, perdóname, pero mi amo...
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Luego de 12 horas con 42 minutos exactos en ese avión .......
Luego de siete casi ocho años había tomado la decisión de irme a Seúl, aunque creo que tome esa decisión por la insistencia de mis padres, no paraban cada que tenían la oportunidad de hacerme la misma pregunta una y otra vez , hasta que al fin les tome la palabra y aquí estoy, en la sala de espera del aeropuerto, esperando a mi familia.
Me es tan nostálgico volver aquí, pensé que haría mi vida en Londes, tenia todo allá y a la vez nada, supongo que el calor de mis padre y mis hermanos es reconfortante.
Los años que estuve estudiando en Londres, fueron muy buenos, conocí lugares y personas maravillosas.
No sentí la soledad como tal, siempre mis colegas me permitían pasar una buena tarde o el rato e incluso los turnos o rotaciones por mas agotadoras que fuesen las disfrute a mi manera.
- ¿Lisa, cariño vamos a la cafetería? - dijo Yeji.
- ¿Tienes hambre?, podemos esperar a que llegue mi familia e ir con ellos - dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- Esta bien - dijo Yeji, recostándose en mi hombro Lisa.
¿Si se lo están preguntando?, con Yeji, llevamos 4 años de noviazgo, la conocí cuando cursaba medicina interna , y una que otra vez nos cruzábamos en los laboratorios.
Al principio solo me gustaba su cercanía y me hacía bien, luego ella me sorprendió confesándome sus sentimientos y los acepte para mi, es alguien linda y amorosa, siempre está apoyándome y alguien en quien puedo confiar. Quizá tal vez ya encontré a la mujer que estará a mi lado.
Aunque mi cabeza no puede dejar de ............
- Amor, mira quienes está allá - dijo Yeji, sacándome de mis pensamientos.
- Son mis padres - dije nostálgicamente, ni los había abrazado y ya tenía lágrimas en mis ojos - Vamos a donde están ellos - le dije a Yeji, tomando nuestras maletas y acercándonos a ellos.
- Hija, has cambiado - me dijo mi madre entre sollozos - Estás más alta - no paraba de darme besos por todo el rostro.
- Bienvenida hija mía - dijo mi padre abrazándome - Estoy tan orgulloso de tí - dijo y ya tenía lágrimas en sus ojos.
- Suenan como si no me hayan visto en décadas - reí - Les recuerdo que estuvieron acosándome día tras día - reímos juntos.
- Pero necesitábamos tenerte a nuestro lado - dijo mamá - ¿Y ella es? - dijo mi madre al ver a Yeji.
- ¡Oh, claro! - tome la mano de Yeji atrayéndola a mi- Mira Yeji, ellos son mis padres- ellos sonrieron.
- Hola, hija - dijo mi madre dándole un abrazo a Yeji - Te había visto en fotos que tiene Lisa, pero en persona eres aún más hermosa.
