No Se Incluyen Sentimientos

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Hoy Xiao Zhan cumplía 18 años, sus padres estaban orgullosos de su bebé, el doncel había terminado la academia con honores, estaba listo para ser la esposa perfecta de un gran hombre de negocios como lo era su amado prometido, los Wang tenían listo todo para que los jóvenes iniciarán su vida de pareja, así que compraron una gran casa para ellos lejos de la ciudad para que tubieran tranquilidad en su vida de recién casados.

Zhan ayudó a su suegra y madre a decorar la casa, Yibo solo las dejaba hacer total su opinión en esos casos no sería ni escuchada, así que se dedicó de lleno a entrenar a el equipo administrativo que dejaría a cargo de su empresa mientras el pasaba su luna de miel, su descanzo por matrimonio lejos de toda perturbación, también se cogia a más amantes de esos que se le resbalaban de ves en cuando, tenía que vaciar su tanque de lujuria de su cuerpo, antes de ir con su tierno esposo de luna de miel.

Así que llegaba tarde a su departamento o a veces no llegaba, paso casi dos meses así, el día previo a su boda Wen Han, su amigo de toda la vida le organizo una despedida de soltero, muchas damas, muchos donceles, alcohol y otras sustancias que los jóvenes ingieren para llenar sus vacías vidas de emociones, entonces pasó la peor idea de todas se le ocurrió en ese estado de idiotez en el que varios estaban sumidos.

Salieron en las motos de carreras que algunos de los invitados tenían para su uso, a dar vueltas por la ciudad Yibo se sentía un ave, volando por las calles de Beijing, narcotizado y borracho, no vio un alto o si lo vio no quiso detenerse, chirriaron las llantas, sonaron los claxons, se oyeron gritos y las luces se apagaron, Yibo llegó al hospital apenas vivo, tenía múltiples fracturas, ematomas y la vida pendiendo de un hilo.

Los médicos hacían lo que podían para mantener al Wang lejos de la delgada línea de la muerte, operación tras operación, susto tras susto, corrían las horas en extrema sosobra, el cuerpo del joven Yibo era extraordinario otro en su lugar había muerto instantáneamente, pero su lucha, espíritu y necedad para aferrarse a la vida estaban poniendo la diferencia.

Zhan no dejo su lado en ningún momento, siempre al pendiente de todo, Yibo sabía que quizás el doncel conservaba esperanzas en su recuperación por lo que no se había ido aún, pero pensaba que si el médico le decía algo definitivo entonces se marcharía igual que sus amigos.