YELLOW - ADAPTACIÓN LUSINA

OCHO

Capítulo 8

"Luchi" Se queja moviéndose fuera de los brazos de Lucía y picando en el hombro "Levántate, Luchi" Sacudió el cuerpo de la joven y resoplo.

Rosina se ilumino tan pronto como los ojos de Lucía se abrieron.

"Luchi... ¡Hay luz, Luchi!" Señala la ventana con felicidad, mostrando el recién puesto sol haciendo camino por encima de los edificios alrededor de ellas.

Bostezando, Lucía se sentó y trato de recordar que había pasado la noche anterior ¿Qué día es hoy? Mierda, Tenía clase en menos de una hora.

"Gracias" Le agradece a Rosina y rueda fuera de la cama, frenéticamente examinando en sus cajones buscando algo presentable para ponerse. Mientras Rosina se sentó tranquilamente en la cama, observando como Lucía se cambiaba a un par de jeans y un ligero pulóver.

"¡¿Angie?!" Lucía llamo corriendo por el pasillo y después dentro de su baño. Rosina la seguía de cerca, parándose en el marco de la puerta mirando como la ojiavellana se ponía una ligera capa de maquillaje, tratando de que se viera un poco más despierta.

"¿Qué?" Angie asomo la cabeza por la puerta, Tora y Zoe ya estaban en clase, ese día la chica de cabello azul no tenía clases hasta más tarde esa noche y Lucía regresaría a casa de sus clases alrededor del mediodía.

"Tengo clases" Lucía movió la cabeza en dirección a Angie antes de pasar por su lado al corredor, agarrando su mochila de su habitación y con Rosina siguiéndola mientras ella metía apresuradamente sus pertenencias dentro de la mochila "Así que tienes que cuidar a Rosina"

Angie solo asintió, pasándose la mano por el cabello y siguiendo a las otras dos chicas hasta al piso de abajo, Lucía agarra sus llaves, pero para justo cuando está a punto de abrir la puerta e irse, mira a Rosina que estaba justo atrás de ella, mirándola expectante.

"No puedes venir conmigo" Lucía levantando una ceja hacia Rosina "Tú tienes que quedarte aquí con Angie" Apunta al suelo del departamento, esperando una respuesta positiva, pero...

"No, "Rosina negó con la cabeza.

"Si, Rosina tengo clases" Lucía movía su pie impacientemente mirando el reloj de la pared.

"Sí" Rosina asiente una vez causando un gruñido de Lucía, así que esta le hace una mirada suplicante a Angie, quien agarra el brazo de Rosina.

"Rosi, podemos hacer panqueques para Lucía cuando vuelva" Ella ofreció, haciendo un movimiento de cabeza a Lucía para que se fuera mientras que Rosina estaba distraída, en eso la ojiavellana murmura un "gracias" antes de deslizarse por la puerta y justo a tiempo para oír a Rosina quejarse cuando la puerta se cerraba.

Tratando de deshacerse de cualquier culpa que tenía por irse, echó la mochila en el asiento del pasajero y salió a toda velocidad por la calle. La corta distancia de su escuela le dio tiempo para pensar en todo lo que estaba pasando con Rosina, ella no comprendía cómo se estaba convirtiendo tan apegada a la chica.

Eventualmente, llegó al exterior del edificio y se dio cuenta de que iba cinco minutos tarde, maldiciéndose mentalmente a sí misma por haber olvidado poner su alarma la noche anterior, había estado demasiado distraída con Rosina.

Agarro su mochila y corrió al interior del edificio, dándose cuenta de que su clase ya había comenzado, suspiro pesadamente, abrió la puerta lentamente y sintió los ojos de todos en ella, su maestro dejó lo que estaba haciendo y se volvió para mirarla. Ella hizo una mueca, sabiendo que él era uno de los profesores más estrictos en la escuela.